Bagaglio

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Victoria:

Nos tomó tiempo calmarnos y pensar cuidadosamente lo que haríamos con la información de Francesco. En el fondo no podíamos creer ciegamente en su palabra, haría cualquier cosa por deshacerse de Tony, su único obstáculo en el control absoluto de la industria artística italiana.

La única persona que podía resolver todo era Olivia, el siguiente paso sería preguntarle a Marlena dónde podíamos encontrarla. Mientras tanto, decidimos actuar con normalidad ante Tony para ganar algo de tiempo; esperamos creyera que Damiano había aceptado la relación de Mar con Gio sin hacer muchas preguntas y tampoco dejaría la banda... ¡nada estaba más alejado de la realidad! pues, Damiano ún estaba dispuesto a dejar todo por ella.

Cuando Marlena salió del hospital, Gio organizó una cena para agradecernos y festejar la recuperación de "Brandy".  Esa tarde nos vimos en casa de Ethan para ir en su auto; Thomas y yo llegamos puntuales pero Damiano se había retrasado por treinta minutos. Una cena con Mar y Gio sería algo difícil, creí que no asistiría.

Estábamos a punto de subirnos al auto cuando llegó, usaba una camisa italiana color blanco con un pantalón beige oscuro, un blazer color celeste y el aroma de su colonia era el toque perfecto ¡Vaya que se había esmerado! se acercó a nosotros con una sonrisa y supe lo que tenía en mente.

Llegamos al departamento de Brandy y Gio, tocamos el timbre un par de veces pero nadie abrió; Damiano aún conservaba las llaves que utilizamos para entrar y llevar cosas al hospital, temiendo que algo malo les hubiera pasado, nos atrevimos a entrar. Escuchamos el ruido de la licuadora detenerse y caminamos hacia la cocina, Damiano se asomó por el cristal redondo de la puerta y su expresión de alegría cambió por completo.

Me asomé detrás de él. Ahí estaba Marlena sentada en la barra, sonreía tiernamente mientras Gio bailaba y cantaba occhi de "Zucchero". Ella le extendió los brazos de forma romántica y lo besó apasionadamente. Damiano bajó la vista. Le tomé del hombro intentando consolarlo.

-¡¿Hay alguien aquí?! -Gritó Thomas.

-¡Creí que habría una cena en esta casa! - le siguió Ethan.

Gio levantó el rostro separándose de Marlena; entré rápidamente por la puerta antes de que pudiera notar la mirada celosa que lanzaba su hermano.

-¡Hey! ¿Olvidaron que veníamos? -Los saludé efusivamente.

Marlena bajó el volumen de la música y Gio se excusó con la cara un poco roja. El timbre se había dañado y no nos escucharon llegar. Su departamento lucía un poco vacío, habían comenzado a mover algunas cosas a Milán. Giovano estaba paranoico después del accidente, pensaba que entré más pronto se fueran de Roma, estarían a salvo. Tomó entre sus brazos a Brandy y la llevó al asiento principal del comedor, aún usaba férula en la pierna pero lucía encantadora con una falda negra y una blusa rosa en satín. Ethan y Thomas los saludaron, Damiano se quedó de pie con los brazos cruzados.

-¿Y... qué te parece? -Preguntó Gio.

-¿Qué me parece? ¿Qué? -respondió Damiano, en tono seco.

-El comedor... la última vez que comiste con nosotros aún no estaba. Creímos que sería perfecto para seis, aunque, en unos días lo enviaremos a Milán. Por cierto, espero que nos visiten después de la boda.

Damiano volteó a ver a Mar por unos segundos; enseguida, Gio regresó a la cocina con Thomas e Ethan que se ofrecieron a ayudar con los platos. Me senté al lado de nuestra anfitriona y extendí la mano invitando a Damiano a sentarse conmigo, sin embargo, caminó al otro lado de la mesa y se sentó junto a Mar. Cuando Gio y los chicos volvieron, Damiano soltó sarcástico:

La paura del buioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora