Ti ho trovato

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Damiano:

Ahí estaba Mar... del brazo de Gio. A pesar de eso éramos solo ella y yo (de nuevo) en medio de otro accidente. Quería gritar ¡Te he encontrado! pero el cúmulo de emociones que recorrían mi mente se atoraron en mi garganta y me impedían respirar.

Mis padres la saludaron disculpando por el desastre que yo había hecho con el vino. Enseguida, corrí a la cocina con el pretexto de llevarme el mantel de la mesa y retirar los pedazos de vidrio. "¡No puede ser ella!" me repetí una y mil veces. Mis manos comenzaron a temblar, estaba sudando pero al mismo tiempo sentía escalofrío y mareo. "¿Será posible que mi amor por ella se convierta en una obsesión tan grande, como para verla en cualquier otra mujer?" pensé. "Me estoy volviendo loco" susurré para mí mismo mientras me recargaba en el lavaplatos.

Respiré profundo, bebí un poco de agua y traté de retomar la cordura convencido de que no se trataba de ella. "Se llama Brandy" pensé. Volví a mi asiento en el comedor.

Mi madre colocaba otro mantel y yo luchaba con todas mis fuerzas por no voltear a verla. El corazón me latía a mil por hora. Mis padres le mostraban una simpatía natural; me pregunté, si aquella reacción en ellos habría sido la misma si hace años yo hubiera sido quien... "¡Basta, no es ella!" era solo mi mente tratando de herirme, cuando Gio la condujo hasta mí.

-Querida, él es Damiano, mi hermano. También es un sexidol del rock -Bromeó.

-Es un gusto conocerte, Damiano -Respondió indiferente.

Me extendió la mano con una sonrisa, como aquél día. Pero, esta vez, dirigía las pupilas de forma certera, atravesando mis ojos como dos cuchillos dispuestos a apuñalarme. Le tomé la mano con mucha dificultad, sin pronunciar palabra y... "¡oh Dio!" pensé. Era su mano, la misma que alguna vez acarició mi rostro.

Definitivamente era ella. Miles de dudas pasaban por mi cabeza, "¿Cómo pudo venir aquí? ¿habrá escuchado mi voz? Todas esas canciones que le escribí con la esperanza de encontrarla... ¿Vino aquí ignorando quién soy o sólo vino para conocer el rostro de aquel que...?"

-Lo siento, voy a retirarme. Creo que algo me cayó mal durante el viaje. Scusa, piacere di conoscerti.

Me levanté y subí a mi habitación. Me tiré a la cama de golpe, la cabeza me daba vueltas como si tuviera la peor resaca del mundo. Cuando logré recuperarme, tomé mi celular y escribí en el grupo de whatsapp Måneskin:

D: Encontré a Marlena.

Ethan, Thomas y Victoria comenzaron a llamarme desesperadamente. Después de unos minutos, tomé la llamada de Vic: "Estamos en casa de Ethan, dijiste que estarías en una cena con tu familia. ¿Qué pasó? ¿cómo te sientes? ¿en dónde estás?". Esperé a que Gio y su invitada se fueran y salí directo a casa de Ethan. Al llegar, Victoria me recibió en la puerta con un fuerte abrazo al que se unieron Thomas y Ethan.

-Creí que el día que volviera a verla sería el más feliz de mi vida -pronuncié... y rompí a llorar.

Entramos a la sala de estar ya que nuestras casas suelen estar vigiladas por la prensa. Después de calmarme un poco, Ethan me ofreció café. Todos se sentaron a mi alrededor y escucharon a detalle cómo había ocurrido todo.

- ¿Estás seguro de que es Marlena? -preguntó Thomas -Es que... han pasado años desde la última vez que la vimos.

-Juro que era ella -respondí con la mirada perdida en las manos de una de las pinturas de Valerio Adami que Ethan atesora en casa.

-No dudamos de tí, pero... según parece. Brandy, o Mar, no es invidente. Seguramente te habría reconocido. Vamos, que tu voz y tu cara están por... por todo el mundo. -Mencionó Victoria.

La paura del buioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora