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Los nervios lo carcomían, mordiéndose las uñas y sus ojos yendo de un punto a otro en vez de prestar atención a lo que el profesor de química estaba explicando

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Los nervios lo carcomían, mordiéndose las uñas y sus ojos yendo de un punto a otro en vez de prestar atención a lo que el profesor de química estaba explicando. Su pierna temblaba, golpeteando contra la mesa.

—Hwang Hyunjin deja de hacer ruido –le regañó el profesor, asustándolo ante la repentina y alta voz.

Asintió con la cabeza, intentando calmarse, concentrándose mejor en dibujar algo en el borde de la hoja donde había unas cuantas formulas incompletas y al azar. Suspiró, después pediría lo que hicieron a alguien más.

Se centró en dibujar, en desahogar sus sentimientos en el lápiz, trazando líneas y líneas hasta tomar una forma, perdiéndose en un espacio de su cabeza mientras dibujaba y no fue hasta que sonó la campana que regresó a la realidad, viendo lo que había hecho, un pequeño dibujo en la esquina se convirtió en toda una obra en el papel, el dibujo de dos niños de espalda y tomados de la mano.

Sonrió con cierta nostalgia, su dedo trazando con cuidado la figura del pequeño más bajo, desearía que las cosas fueran distintas.

—Jinnie vamos, Jeonginnie nos debe estar esperando –asintió con la cabeza, guardando sus cosas y levantándose para salir junto a Felix.

Caminaron en silencio, dirigiéndose a la azotea de la escuela donde Jeongin seguramente estaba, era su lugar favorito para alejarse del resto de personas, el pelirrojo nunca había sido alguien muy social, podía ser bastante energético y bromista con ellos pero era bastante callado y tímido en general.

En cada paso podía escuchar las voces de todos los demás, los murmullos, todos susurrando con respecto a Chan. De pronto el chico del que nadie hablaba ahora era un tema popular en el instituto y lo sería hasta unos días más, hasta que la marea se apacigüe y todo vuelva a lo que era antes, deseaba que realmente todo pudiese ser como antes.

Desearía que Felix fuese el chico alegre y dulce que conocía, desearía que Chan estuviera con vida y verlo escabullirse entre los pasillos, desearía volver a esos pocos momentos entre ellos donde reían y se sentía como amigos.

Desearía volver a ver al Felix que era nervioso y tímido y sumamente adorable cuando estaba cerca de Jisung, desearía traer esos días donde todo estaba bien, donde lo único que callaba eran sus sentimientos por el pecoso mientras lo ayudaba con su enamorado y no tener que ser cómplice en este crimen, en callar a las autoridades que el chico que anunciaban desaparecido realmente estaba muerto.

Debería hablar, confesar pero no puede porque jamás haría algo que afecte a Felix.

Su cabeza pasaba de un torbellino a todo un tornado, era demasiado y sólo pudo volver a poner los pies sobre la tierra cuando sintió calidez en su mano, la pequeña mano de Felix unida a la suya.

—Tranquilo, todo estará bien –le aseguraba con una dulce y leve sonrisa.

—Realmente eso espero –murmuró.

Sweet Bite || JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora