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Maldice, pateando una lata de refresco que encuentra en su camino, cada golpe acompañado de un paso, llenando de ruido la silenciosa calle

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Maldice, pateando una lata de refresco que encuentra en su camino, cada golpe acompañado de un paso, llenando de ruido la silenciosa calle.

Está tan frustrado y estresado y no entiende porque, solo tuvo una discusión con su madre, no es nada del otro mundo pero luego ella tuvo que sacar a la luz todos sus problemas y eso solo lo hicieron estallar, azotar la puerta de casa mientras salía corriendo.

Suspira, masajeandose la sien, consiente de que el viento es fresco y debió haberse puesto al menos una maldita chaqueta porque ahora se está helando y sus brazos aún tienen pequeñas heridas visibles y sabe que si se encuentra con alguien cercano, como alguno de sus amigos, va a ser un maldito problema y no quiere la lástima de nadie, no quiere escuchar palabras de aliento, ni regaños ni nada, todo lo que quiere ahora es un abrazo lo suficientemente fuerte que pueda mantener las piezas unidas por un poco más de tiempo antes de que todo se desmorone otra vez y deba de recoger los pedazos uno por uno aunque está harto de hacerlo, de intentar volver a encajar cada pieza como si fuese un rompecabezas, pero siempre quedaran marcas y pegamento por todos lados, lleno de irregularidades.

Sintió un peso en su espalda, unos brazos alrededor de su cuerpo.

-Tranquilizate hyung, estas temblando -Changbin se paraliza ante esa voz bañada de dulzura.

Se suelta del agarre y voltea lentamente, encontrándose con esos brillantes ojos y una hermosa sonrisa que oculta toda malicia. Mierda, casi prefería haberse topado con Minho y que este le diese un gran sermón por seguir lastimándose cuando prometió que pararía pero ambos saben que él simplemente no puede parar porque por alguna razón el dolor físico es mejor que sentir todo esto dentro suyo, esa pesadez, ese cansancio, el dolor es un estimulo, un pequeño recordatorio de que aún está aquí con vida incluso si hay momentos en donde desearía estar muerto, porque está tan cansado y dormir nunca es suficiente y no importa cuanto alcohol pueda entrar en su sistema y lo haga flotar por unos minutos, al final esa pesadez y cansancio regresaran y jamás se irán.

Y a veces desearía que simplemente se vayan porque está demasiado cansado de todo esto, quiere que esa felicidad sea constante y no un breve instante. Quiere dejar de preocupar a sus amigos con sus problemas y disfrutar todos los momentos a su lado sin que haya un molesto pensamiento en su cabeza.

Pero eso no importa ahora porque todo lo que importa es que la persona que está delante suya no es ni Minho, ni Jisung, ni siquiera Seungmin con quien por lo menos no necesitaría dar ninguna excusa de la situación porque ambos se comprendían, se complementaban, mezclaban las piezas rotas y buscaban una unión más duradera.

Lo que importa es que la maldita persona que lo encontró y ahora le sonríe como si fuese amigos es Felix, el dueño de sus pesadillas Lee Felix, la persona que con solo una mirada logra poner todos sus pelos de punta

Felix es peligroso y en este momento cada movimiento y palabra lo hace sentir como si fuese un presa, un insecto el cual un gato se interesó, por lo que se pondrá a jugar con él con sus garras hasta aburrirse y destrozarlo en pedazos.

Sweet Bite || JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora