Epílogo

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Felix siempre estuvo enamorado de su compañero de clases, era algo que todos podían darse cuenta

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Felix siempre estuvo enamorado de su compañero de clases, era algo que todos podían darse cuenta. Sus sentimientos demasiado obvios, sus ojos tan brillantes y sus sonrisas amplias, todo por solo ver el rostro de Jisung.

Felix sabía que el corazón de su sol no le pertenecía, que aquellos ojos que tanto anhelaba que lo viesen, estaban ocupados observando a alguien más. El dolor y los celos siempre fue una mala combinación, trayendo destrucción a su vida.

Felix sabe que nunca será perdonado por sus actos, que se perdió a si mismo en el momento que dejó que las voces ganasen. Sabe que nada borrará lo que hizo, que el dolor nunca podrá ser olvidado.

Pero fue parte de su promesa, ellos dicen, que eliminaría los obstáculos de su camino para estar a su lado.

Y lo estuvo, por tan solo unos segundos, pudo disfrutar de su atención. Sus ojos pudieron ver por última vez aquellos ahora vacíos, sus resecos labios tocaron unos mas suaves, sus manos se envolvieron alrededor de su cuerpo.

Felix sabe que aquello que siempre anheló fue la muerte porque sería la única que le permitiría descansar para siempre, solo la muerte acabaría con las voces en su cabeza, solo su propia muerte seria suficiente para ellos.

Ya no tenía que seguir escuchando, seguir luchando, al fin podía relajarse y sonreír de verdad por última vez.

Mi amado sol, gracias por ser quien apague mi vida.

No puede saber con claridad el momento en que su hyung cambió, fue de forma lenta, con cada día que pasaba la luz de su amigo se iba apagando

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No puede saber con claridad el momento en que su hyung cambió, fue de forma lenta, con cada día que pasaba la luz de su amigo se iba apagando.

Las sonrisas era falsas, sus ojos vacíos y las heridas cada vez más grandes bajo su ropa.

Intentó ayudarlo, estar a su lado, intento recuperar su amistad porque extrañaba a su hyung, al chico que sonreía ampliamente, con el que salía de compras y probaba sus brownies. Extrañaba al hyung que lo ayudaba en sus tareas, que siempre encontraba el momento para que Jeongin tuviese tiempo a solas con Hyunjin, quien le animaba a conquistarlo. Extrañaba al hyung que brillaba a su lado.

Si pudiera traerlo de vuelta, si tan sólo pudiera encontrarlo, lo haría.

Pero así es la vida, a veces es dulce y maravillosa, a veces te da dos grandes amigos y otras te los quita.

A veces la vida te da una luz, te da a Hyunjin y sus sonrisas, sus palmadas en la cabeza, sus pucheros, sus pinturas y dramatismo. Te da cálidos abrazos, palabras de ánimo, besos en la frente y un bello sentimiento a pesar de que sabe que esa persona nunca pudo amarlo de vuelta.

A veces te da un gran amigo, te da a Felix, un resplandeciente sol, un amable y demasiado cariñoso hyung, un chico que siempre estaba allí cuando lo necesitaba, que le gustaba ayudar sin pedir nada a cambio.

Pero luego te los quita, le arrebata la vida a la persona que más amas y ves a tu amigo desmoronarse sin poder hacer nada.

Luego descubres algo que jamás quisiste saber y como tu vida fue una mentira, como admiraste y quisiste tanto a un asesino. El rostro de Felix en todas partes ahora, la policía está buscándolo por sus crímenes y Jeongin aún le cuesta aceptar toda esta situación.

¿En qué momento las cosas se transformaron en esto? ¿Cómo pudo todo derrumbarse hasta este punto?

Su hyung nunca hubiese hecho eso, esa persona no es quien solía conocer, no era el mismo chico que le abrazaba y colgaba de los hombros, molestándolo con que iba a besar su mejilla. Ese criminal no era su tierno y amable hyung.

Entonces ¿qué había pasado con él? ¿Dónde estaba ahora? ¿Cómo podría Jeongin traerlo de vuelta?

Caminó por el pasillo de la escuela sin importarle si algún profesor lo pillase y llevase a dirección por saltarse las clases. En este momento, nada importaba realmente, todo dejó de importar hace mucho tiempo.

Subió las escaleras, esperando encontrar la tranquilidad que este lugar siempre le traía, esperando dejar su mente volar en viejos recuerdos. Almuerzos y risas compartidas, abrazos y sonrisas.

Pero aquello que lo recibió fue una horrible imagen, su hyung desangrándose en los brazos de Jisung quien presionaba sus palmas contra la herida.

La respiración de Felix era leve pero seguía con vida.

Quería huir de la situación o acercarse y ayudarlo, quería poder hacer algo pero sus piernas no reaccionaban, negándose a cooperar. Era un animal indefenso que no sabia en que dirección correr y en el momento que los ojos de Han se clavaron con los suyos, todo su cuerpo se paralizó y su mente quedó en blanco.

—No te preocupes Jeongin, el monstruo pagará y nunca volverá hacernos daño.

Negó con la cabeza repetidas veces porque Felix no era el único monstruo que había en este lugar y lo sabía.

Jeongin ahora era una presa indefensa atrapada en las garras de una nueva bestia, una que no conocía.

Jeongin ahora era una presa indefensa atrapada en las garras de una nueva bestia, una que no conocía

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Gracias por todo el apoyo, espero les haya gustado esta historia, subiré un extra que queda <3

Spoiler: Jisung.

Sweet Bite || JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora