18. Olvida y recuerda

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Era la media noche del día que llegó, no pudo hablar con nadie más alegando que necesitaba descansar y que todo lo demás esperaría.

No podía dormir así que solo miraba desde su cama la ventana, su mejilla descanso en sus rodillas juntas mientras suspiraba incontables veces.

Se tapó sus ojos cuando un pequeño ataque de llanto lo atrapó, se concentró en no dejarse llevar y estar lo más apacible que pudiera.

Las últimas palabras que compartió con el rubio cenizo se repetían por más que intentaba calmarla.

-Quiero dejar de pensar en ti -murmuró.


[...]

Misma hora, diferente lugar, era en las tierras del Sur donde estaba un joven despierto mirando por su ventana.

Sus pensamientos estaban en el pasado y en el futuro, los dos igual de pesados para llevar.

En unos días todo iba cambiar, al menos eso esperaba, después de eso podría quitarse una piedra de encima.

Pero otra que parecía provocarle una herida constante estaba muy pegada y no parecía estar dispuesta a irse.

Al ver cielo nocturno recordó la noche en donde probó por primera vez esos labios que lo encantaron, la persona dueña de ellos era como una adición en la cual estaba dispuesto a meterse.

Pero resultó ser más parecido a un crimen.

-¿Por qué tenías que ser tú?


[...]


Aizawa se levantaba de su asiento para que los hombres frente a él lo escucharan atentos a lo que tenía qué decir.

-Es hora de que hagamos que terminen con esto -habló sereno-, así que necesito a los hombres más habilidosos que tengan.

-Tengo en mente algunos -contestó un rubio de mediana edad sonriendo-, solo díganos el trabajo y lo que recibiremos a cambio.

Personas sin decencia que se venderían por una suma gratificante de dinero, estarán del lado de quien ofrezca más; de esa clase se había encargado Shota de encontrar.

-El doble de lo que reciben.

Ante esa respuesta todos se miraron mientras reían y sentían.

-Usted diga, nosotros lo obedecemos.

-Quiero que maten a uno de los hijos de Todoroki -expresó neutro.

La pequeña sorpresa en los bandidos se dio a ver, antes ya habían asesinado gente, pero nadie era de valor, menos como alguien de la realeza.

-Usen ropas y armas del Sur -indicó-, traten de que alguien más los vea o dejen algo que delate de donde vienen.

-¿Sabe lo difícil que será eso? Apenas y unos pocos pueden atravesar la muralla.

-Estudié a fondo varios registros pasados, en todos los reinos los castillos están cerca de un extremo de las barreras.

Le tendió un mapa superficial sobre el Norte, señalando en él pequeños detalles del castillo.

-Entraran por la parte trasera, no deberían tener problema con ello, se les dificultará no ser vistos por los guardias que rondan el palacio.

El hombre enrollo el mapa mientras asentía.

-¿Un príncipe en especial?

-Preferiría que fuera el mayor -pensó por un momento-, pero cualquiera esta bien. Saldrán en este mismo momento, preparen a sus hombres.

Batalla CardinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora