6. Una cita

708 72 100
                                    

— ¿quieres salir a una cita conmigo? — preguntó de manera animada al momento de ver a su acompañante que quedó pensativo al oír sus palabras

¿Qué propósito tenía esa propuesta?

Él no tenía la menor idea de ello.

Pero ella no tenía algún truco bajo la manga, simplemente lo hizo porque sus hermanas no estarían en casa y ella quedaría sola por unas horas.

Kanao saldría con Tanjirou, que por cierto le pidió permiso de llevarla de paseo, así casi como si estuviera pidiendo su mano, Inosuke le dijo que se llevaría a Aoi y a las niñas al museo.

Así que..

¿Por qué no proponerle una cita al muchacho que la acompañaba en ese momento?

— ¿una cita? — preguntó aún tratando de comprender sus palabras como si hubiera escuchado mal

— ¿entonces aceptas? —

— bueno yo-... —

— perfecto te espero en el café de enfrente a las seis treinta — afirmó para luego salir del lugar y dejarlo solo con sus pensamientos, tal y como lo había encontrado unos minutos atrás

Una vez Giyuu la vio salir y dejarlo solo pudo pensar correctamente.

— ...Ay no — susurró al darse cuenta de lo que había pasado

La hora de receso acabó y cada quien se sumió en sus clases.

En ese pequeño periodo de tiempo en la universidad pudo conocer a muchas personas, y también logró recolectar información, pero ninguna que sea de utilidad para su misión.

Sabito al igual que él logró recolectar mucha información pero ninguna que les ayude a subir un escalón en su investigación.

Aquella investigación que les ayudaría a encontrar al culpable de sus pesares.. Muzan, el líder de la organización criminal más grande y reconocida en todo Japón.

Las lunas demoníacas es el nombre de los mejores matones de esa organización, son personas que hacen cosas bastante malas.

Al líder se le conoce porque parece no ser un humano ya que es un hombre altamente sanguinario y psicópata a la hora de matar a alguien, no le tiene misericordia a nadie.

Con sus terroríficas acciones logró hacer que sus enemigos le temieran y lo bautizaran con un alias, uno con el cual sería reconocido por todos.

El rey demonio, Muzan Kibutsuji.

Porque así es, sus subordinados son casi igual de sanguinarios que él, por ello no los consideran seres humanos ya que un humano común y corriente no sería capaz de hacer las atrocidades que ellos fueron capaces de hacer.

— ¿estás bien? — Sabito le preguntaba pero él no respondía — ¡Oye! — gritó haciendo que se exaltara

— ¿qué pasó? — preguntó un tanto aturdido por el anterior grito de su amigo

— ¿tendrás una cita con Shitoī? — preguntó escondiendo muy bien su alegría

Y es que Giyuu nunca había tenido una cita y el solo hecho de escuchar que tendría una lo emocionó un poco.

Lazos de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora