No había pasado por su cabeza sino hasta ahora el simple hecho de que había estado realmente solo todo este tiempo.
El hecho de verla allí, siempre esperándolo al llegar del trabajo justo luego de la universidad era algo que le generaba paz absoluta y le llenaba de calidez el corazón.
Shitoī, al conocerla admitía que le pareció muy linda, pero no había pasado por su cabeza lo importante que se volvería aquella linda joven en un futuro.
Luego de un día cansado lleno de interminables momentos de estrés en la misión y en el trabajo, al final del día siempre añoraba regresar a casa para poder verla y darle un fuerte abrazo.
Pensó demasiado en que ella siempre le preparaba postres deliciosos cada que tenía la oportunidad. La mayoría de las ocasiones siempre la veía o en la cocina preparando algo o en la sala, comiendo lo que había preparado mientras leía un libro.
Ella siempre fue tan amable y atenta con él, sin embargo, hasta ahora él ni siquiera la había sacado alguna noche para poder tener una cena romántica bajo la luz de la luna en algún lujoso restaurante.
Claro, ni siquiera él estaba enterado del por qué ella siempre se mantenía dentro del departamento y prefería no salir al exterior.
Quizás simplemente prefería estar dentro de su departamento haciendo una que otra cosa que logrará distraerla en vez de estar en la calle rodeada de desconocidos.
Para él era novedoso, pues ella era simplemente demasiado sociable como para preferir permanecer en casa todo el día, todos los días. Sin embargo, no la juzgaba, pues de ves en cuando es bueno estar tranquilo y lejos de las personas. Aunque temía que quizá ella estuviera pasando por una gran tristeza por lo que había sucedido y el hecho de haberse separado de su hermana.
¿Podría compensar siquiera todo lo que ella hacia por él?
Bueno, dejaría de pensar demasiado en ello y debía enfocarse mucho más en ver los hermosos diseños de vestidos que se le ofrecían.
Hacia unas horas atrás se le había depositado su salario así que decidió que le compraría un lindo vestido para aquella ocasión. Pues pretendía llevarla a una cena romántica para luego ir por ahí de paseo para que ella pudiera despejar su mente ya que siempre se la pasaba en el departamento.
Le preocupaba mucho el hecho de que estuviese sola por demasiado tiempo en el departamento.
Luego de elegir la prenda que vio que era totalmente ideal para Shitoī, pasó por una tienda de regalos mientras iba de camino a su departamento.
Esta vez quería darle una muy grata sorpresa y en serio esperaba que fuera de su agrado.
Al regresar a su departamento dió dos pasos hacia adelante para quedar justo frente a la puerta de ingreso. De seguro la encontraría en la sala leyendo un libro mientras bebía una taza de café.
Dio un pequeño respiro antes de girar la perilla, se encontraba algo nervioso, pues no estaba del todo seguro de que el vestido le gustaría, temía haber elegido mal el color o la talla.
Pero esto era un mínimo esfuerzo que hacía por ella, después de todo lo que ella hacía por él, lo mínimo que debía hacer era darle un obsequio.
Hacia un poco de frío después de todo, pero el vestido le pareció tan atractivo que al verlo, al instante la imaginó con el vestido puesto y en su mente se veía maravillosa.
Al ingresar al interior del inmueble dejó sus zapatos de un lado junto a la puerta para colocarse sus pantuflas y de este modo poder caminar en el interior sin ensuciar el piso.
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Lazos de sangre
FanfictionCon la misión de dar con el/la culpable de las múltiples muertes en la academia más grande de la ciudad de Osaka (Japón), Giyuu Tomioka se infiltró en la universidad Kimetsu bajo la identidad de Giichi Temachi para no ser descubierto como un agente...