Renuncia de derechos. Todos los personajes usados en este fic, créditos a sus respectivos creadores.
Nos habíamos quedado en que Tenko había abrazado a Goku por la emoción que sentía.
Goku sólo se limito a regresar el abrazo y darle palmaditas en la espalda a modo de confort.
Déjalo salir, pequeño - habló el Saiyan calmadamente, dejando que el infante se desahogué.
Dejando que el pequeño liberará todo el dolor que tenía acumulado por los años que fue abusado por su padre.
Luego de unos momentos el infante dejó de llorar, todo el dolor que tenía acumulado lo dejó salir gracias al apoyo del Saiyan.
¿Te sientes mejor, pequeño? - preguntó el Saiyan sonriente al infante, este asintió mientras se limpiaba los rastros de lágrimas que le quedaban.
Sí, gracias, señor - agradeció el pequeño estando más calmado y le sonrió al Saiyan, fue leve, pero aún así hizo que una sonrisa se plasmará en el rostro de Goku.
Ni lo menciones, pequeño - expresó Goku sonriendo despeinando al peliazul.
Sigamos comiendo, pequeño. Antes de que se enfríe - comentó mientras comía una pierna de pollo de un solo mordisco.
El pequeño asintió y siguió comiendo, lo único que de manera más moderada, mientras que el Saiyan comía todo de un solo mordisco.
La comida paso sin casi ningún inconveniente, solo que eran el centro de atención. Sobre todo Goku por su forma de comer.
Cuando acabaron de comer, Goku pagó la cuenta y salieron del restaurante, felices, uno por poder comer algo luego de tanto tiempo en comer sobras y el otro al. Poder llenar su estómago que parece un agujero negro.
Pequeño, ven acompañame - habló el Saiyan al infante, el peli azul miró a Goku con curiosidad.
¿Adónde, señor? - preguntó curioso el pequeño, Goku simplemente sonrió.
No preguntes, pequeño. Sólo sígueme - respondió el Saiyan comenzando a caminar hacia a una dirección.
El infante se extraño, pero se encogió de hombre y siguió a Goku a sea donde lo quería llevar.
Luego de un rato llegaron a lo que era una tienda de ropa, básicamente era la tienda donde Goku se compró su dogi y el dogi de Izuku.
Señor, ¿qué hacemos aquí? - preguntó el infante curioso, viendo la tienda de ropa con extrañeza.
Dime Goku, pequeño. Eso de señor me hace sentir muy viejo - habló Goku al infante, diciendo su nombre.
Oh, bueno, Goku-san. ¿Qué hacemos aquí? - volvió a preguntar el infante con curiosidad.
Estamos aquí, para comprarte ropa, pequeño - informó Goku con una sonrisa, el infante abrió los ojos sorprendido.
¿Eh? ¿Por qué usted me compraría a mi ropa, Goku-san? No soy nada suyo y tampoco debería sentir lástima por mí - comentó con extrañeza el infante, Goku frunció el ceño ante el menosprecio hacia sí mismo del pequeño.
No te menosprecies, pequeño. Tú vales mucho más de lo que piensas - expresó el Saiyan despeinando al infante.
"Si supiera lo que hice, no diría lo mismo" - pensó el peliazul con algo de tristeza.
Bueno... ¿Hmm? ¿Cuál es tu nombre, pequeño? - preguntó Goku rascándose la nuca.
Mi nombre es Tenko Shimura, Goku-san - respondió el ahora nombrado Tenko, Goku sonrió pues si el pequeño le dijo su nombre significa que confiaba en él.
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El padre de Midoriya
RandomDicen que las leyendas no nacen sino que se crean, cada una de estas leyendas puede variar, pero la leyenda de que les contaré ahora trata de una que con sus actos puede cambiar el rumbo de la historia. Portada hecha por @DaniMorales820.