Renuncia de derechos. Todos los personajes usados en este fic, créditos a sus respectivos creadores y autores.
Nos quedamos en qué, Goku abrió los ojos de par en par asombrado por la solicitud de Inko; mientras Izuku se ría a expensas de su figura paterna, conociendo que una de las actividades que le gustaban hacer, aparte del entrenamiento era comer y en una exagerada cantidad.
P-pero, ¡Inko no me puedes pedir algo así! - protestó nervios el Saiyan, mirando sin creer lo que le había pedido la peli-verde.
Puedo y lo estoy haciendo; puedes comer exageradamente sólo cuando estamos los tres solos o cuando tú lo estés, pero no cuando estemos en un restaurante, ¿quedó claro, Goku-kun? - explicó la madre del pequeño Izuku, a su interés amoroso.
El azabache, levantó el dedo índice, abrió y cerró la boca para replicar, pero no se le ocurrió nada que decir. Una nube depresiva, se propagó por su cabeza y lágrimas cómicas salieron por la demanda de Inko.
Está bien, Inko - rendido ante la peli-verde, confirmó el Saiyan que iba acatar lo demandado.
Tu madre es cruel cuando se lo propone, hijo - lloró el azabache a Izuku, este sólo se cubría la boca con sus manitas para no reírse a carcajadas al ver que alguien tan fuerte y que impone como su padre ser dócil con su madre.
Lo sé, Otō-san - dejando de reírse de su padre, contestó el hijo de Inko Midoriya a su padre, confirmando lo dicho por su padre.
Sigh... Al menos, puedo comer mucho estando con ella - suspirando, comentó el azabache a modo de consuelo para sí mismo.
De repente, el Saiyan levantó la cabeza y miró a Inko con otros ojos por un idea que le llegó.
Espera... Eso podría ser un buen entrenamiento; no comer durante unos cuantos meses para generar más fuerza de voluntad y podría combinarlo con control de Ki junto a controlar el Super Saiyan... - susurró para sí mismo, el azabache planeando un nuevo entrenamiento para tener un mejor control de Ki y controlar el Super Saiyan, para acceder más sencillamente a él.
Pensando en una nueva fórmula de entrenamiento, iluminó sus ojos ónix íntegramente de emoción. Una cosa que le resultaba intrigante, que aunque entrenará sólo de vez en cuando, los resultados de su entrenamiento eran mucho mayores a los de antes.
Incluso sentía que su poder crecía simplemente con hacer un calentamiento y con cada día que pasaba, de hecho, incluso se sentía el doble de fuerte que cuando lucho contra Freezer; era extraño... Sin embargo, no lo pensó demasiado, la fisiología Saiyan dedujo.
Madre e hijo, ladearon la cabeza confundidos ante las acciones de Goku, no entendían que tanto hablaba consigo mismo, lo sabían porque Goku movía los labios y también por el cambio de expresión que tenía de vez en cuando.
Después de ese intercambio, el mesero que les había tomado los pedidos tiempo atrás, volvía.
Aquí está la orden del Katsudon para el pequeño y la sopa de miso para la dama. Perdóneme un momento señor, su pedido estará listo luego, pero por mientras puede tener el Okoyomiyaki y arroz hayashi, mientras preparan lo demás de su orden, por favor - colocando el katsudon y la sopa de miso enfrente de Izuku e Inko respectivamente, se dirigió luego a Goku, colocó dos platillos enfrente de Goku, mientras le explicaba que el resto de su orden estaría lista.
Bueno, no hay problema - pregonó el Saiyan despreocupadamente.
Luego de esa confirmación se parte de Goku, Arata se fue a atender a más clientes.
Te lo dije, Goku-kun; tu orden fue demasiado grande para los cocineros - habló Inko mirando de reojo a Goku, burlonamente.
Jeje - rió nerviosamente el azabache por eso.
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El padre de Midoriya
CasualeDicen que las leyendas no nacen sino que se crean, cada una de estas leyendas puede variar, pero la leyenda de que les contaré ahora trata de una que con sus actos puede cambiar el rumbo de la historia. Portada hecha por @DaniMorales820.