Capítulo 6

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Renuncia de derechos. Todos los personajes usados en esté fic, créditos a sus respectivos autores.

Nos quedamos en la escena de madre e hijo llorando a lágrima viva abrazados, dándose confort mutuamente.

Creo que a Izuku no es al único que voy a tener que entrenar, jeje - río Goku con nerviosismo al ver a madre e hijo llorando y sin ningún indicio de querer parar.

Oye, oye, ¿cuándo van a parar? - pensó Goku preocupado al ver que seguían llorando y estaban haciendo una posa de lágrimas.

El saiyan viendo que los peliverde no iban a parar sus lloriqueos, se acercó a los dos y les pegó un pequeño golpe en la frente de cada uno. Los peliverde se tocaron la frente ante la punzada de dolor que sintieron por el golpe dado.

¿Ya se calmaron? - preguntó Goku curioso mirando a los peliverde con una ceja levantada, madre e hijo asintieron.

Goku viendo que los dos ya estaban más calmados y habían dejado de llorar, prosiguió con su propuesta al infante.

Izuku yo te ayudaré para que cumplas tu sueño, pero la decisión sólo está en ti y en nadie más, o bueno también en tu madre - dijo el saiyan con calma al infante. Al sentir la fija mirada de Inko se rectificó y recalco que la decisión recaía también en Inko.

Izuku miro a su madre con nerviosismo, pues está oportunidad que se le estaba dando no quería dejarla pasar por nada en este mundo, Inko al sentir el anhelo en la mirada de su hijo, suspiro y le dio el visto bueno a que Izuku fuera entrenado por el saiyan.

La mirada de Izuku se iluminó ante el visto bueno de su madre, el infante abrazó a Inko con fuerza y escondió su cabeza en el seno derecho de la mujer.

Inko acarició con amor el cabello de su hijo y beso su cabeza con todo el amor que sentía por el centro de su mundo.

Goku al ver el abrazo de madre e hijo, se acordó las veces en las que abrazaba a su abuelito por confort o sólo porque se le apetecía un abrazo. Ante ese recuerdo sonrió con tristeza.

Son unos hermosos recuerdos - pensó Goku melancólico, pero en su rostro se veía una sonrisa de felicidad. Su Abuelito puede que no esté vivo, pero siempre van a perdurar los recuerdos creados con él.

Bueno, cómo tú madre nos dio el visto bueno. Toca lo más importante, Izuku - expresó Goku con una sonrisa en su rostro, llamando la atención del infante.

Izuku volteó a ver al saiyan confundido ante lo dicho por el mismo.

¿Lo más importante? ¿Qué es más importante que esto, Goku-san? - preguntó dudoso el infante al adulto.

Obviamente el lugar de entrenamiento y qué te voy a enseñar - aclaró el saiyajin con una sonrisa.

Creí que ya tenía todo listo, Goku-san - comentó Izuku extrañado, Goku desvío la mirada algo nervioso.

Tengo el lugar de entrenamiento y un plan de entrenamiento. Aunque no estoy del todo seguro que funcionará, jeje- río nervioso el saiyan rascándose la nuca. A Izuku le bajo una gota de sudor por la respuesta de Goku.

Bueno, ¿vamos al lugar de entrenamiento, Izuku? - preguntó Goku con curiosidad, Izuku asintió emocionado. El infante ya quería ir a entrenar para poder cumplir su sueño.

Espera, antes de que se vayan, Goku-san tengo que hablar contigo - pidió Inko al saiyajin mirándolo con seriedad. Goku asintió sin más al pedido de la peliverde.

Inko le indicó a Goku que la siguiera, el saiyan hizo lo pedido y la siguió a la cocina para hablar en privado.

¿Qué pasó, Inko? ¿De qué quieres hablar? - preguntó Goku confundido, mirando a la peliverde con una ceja levantada.

El padre de MidoriyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora