Capítulo 10

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Renuncia de derechos. Todos los personajes usados en este fic, créditos a sus respectivos creadores.

Nos habíamos quedado en que Goku e Izuku estaban dirigiéndose hacia la casa del antes nombrado, como ya había terminado la presentación de las canciones y Goku había aprobado. Ahora mismo Goku iba a dejar al pequeño a su casa para que pudiera descansar.

Oto-san, ¿qué haré ahora? ¿Seguiré entrenando o puedo descansar? - preguntó Izuku con curiosidad mirando el rostro de su figura paterna.

Pequeño ya ha acabado los dos meses de entrenamiento, ahora hay que esperar a que sea el cumpleaños de tu madre y el tuyo. Puedes descansar, hijo - explicó el saiyan sonriéndole al pequeño acariciando su cabeza.

¡¿En serio?! - exclamó el infante emocionado de poder pasar su cumpleaños con su figura paterna.

Claro, hijo. Este tiempo es para ti y para tu madre, lo único a que me dedicaré es para que ustedes dos sean felices - habló Goku juntando su frente con su pequeño hijo, el infante sonrió emocionado de poder pasar su cumpleaños con un padre.

¿Pero no faltaban dos semanas para que se completén los dos meses, Oto-san? - preguntó Izuku confundido, mirando con extrañeza al saiyan.

Jejeje, ¿qué son dos semanas, hijo? Puedes decir que tienes dos semanas de vacaciones - respondió el saiyan sonriendo, logrando que el rostro del infante se iluminará.

¡¿En verdad, Oto-san?! - exclamó emocionado el infante de poder tener dos semanas de vacaciones.

Obvio, has hecho cada ejercicio que te he colocado sin quejarte. Eso pequeño es tu recompensa - habló el saiyan sonriéndole al infante.

El rostro de júbilo del infante, era una alegría de ver para Goku. Pues aunque no se lo decía a su madre pero él constantemente recibía burlas de no tener un padre y casi siempre le decían que su Oto-san los había dejado por qué él era mal hijo o su madre era una mala esposa, cuando hablaban mal de su madre él como todo niño la defendía pero terminaba en el suelo todo golpeado y con sangre saliendo de su labio o de la nariz pero eso no le importaba, con tal de proteger a su mamá, era capaz de quedar mucho peor.

¡Nadie hablaba mal de su madre frente él! ¡Nadie! Pero como no tenía las fuerzas suficientes para hacerle frente a niños con Quirk, salía muy lastimado de ahí. Lo bueno es que podía defender un poco del honor de su Oka-san, eso se decía en su mente para no estar triste y no sentirse un inútil.

Pero eso ahora no importaba. ¡Iba a pasar un cumpleaños con su Oto-san! ¡¿Qué puede ser mejor que eso?!

Pasar el cumpleaños con su Oka-san era demasiado divertido y ameno. Pasar tiempo de calidad entre los dos era muy gratificante, pues aunque no eran una familia adinerada, vivían con lo justo pero estar uno para él otro, era lo más importante para ellos pero aún así Izuku no podía evitar preguntar por su Oto-san. Y lo único que obtenía como respuesta es que estaba lejos o estaba trabajando en otro país, aun así le sonreía a su Oka-san por tan divertida fiesta de cumpleaños y por los regalos que le dio.

Ahora podía tener lo que más anhelo en la vida pasar un cumpleaños con una figura paterna y así poder ver a su madre feliz con otro hombre. Para él su madre se merecía alguien que la amará, la protegiera y le dé todo en el gustó sin rechistar. Y Goku, su ahora figura paterna cumplía con todos los requisitos, incluso se podría decir que los superaba.

"Tenías razón abuelito, la sensación de tener un hijo es maravillosa" - pensó el saiyan recordando una de la tantas conversaciones que tuvo con su abuelito.

Flash-back

Esto se remonta cuando Goku tenía unos 9 años, Goku y su abuelo Gohan volvían de la ciudad. En la cual habían dejado sus cosechas y unos animales que habían cazado, y ahora volvían a su casa para poder descansar.

El padre de MidoriyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora