Renuncia de derechos. Todos los personajes usados en este fic, créditos a sus respectivos creadores.
Era un nuevo día en Japón, todos estaban haciendo la misma rutina. Se despertaban, se vestían, salían a trabajar, se veía a héroes pasar corriendo detrás de un villano. Lo normal en esta sociedad de héroes y villanos.
En fin dejemos a estas personas monótonas y vamos con nuestro saiyajin favorito, esté estaba durmiendo plácidamente... Si dormir estirado, con toda la cama desarmada y roncando, se le puede llamar plácidamente. El saiyajin escucho el molesto despertador.
Con pereza abrió sus ojos, se enderezó para desperezarse del sueño. Aún con eso tenía sueño, así que salió de la nave y fue a darse un baño en el lago.
Al salir se sentía renovado y con fuerzas ante lo que se le venía encima a futuro por el entrenamiento que iba hacerle al pequeño Izuku. Fue a la nave espacial a buscar su nuevo dogi de combate, se lo puso y fue al bosque a cazar unos animales para comer.
Terminando de comer, pulverizó todos los huesos de los animales que se comió y emprendió el mismo trayecto para ir con la familia Midoriya.
Veamos, ¿qué puedo enseñarle? No puede ser muy exigente, pero tampoco muy suave... - pensó Goku dudoso, Izuku era muy diferente a él, a su edad el ya andaba luchando con dinosaurios, levantando rocas pesados o destruyendolas con golpes consecutivos. Así que tenía que planear bien el entrenamiento para Izuku, para que no le pase la cuenta y que dé sus frutos.
Bueno, algo se me ocurrirá - pensó con despreocupación el saiyajin siguiendo con su camino.
Con los Midoriya
La familia de dos, estaban actualmente desayunando. Izuku estaba emocionado, no podía esperar a que llegara el saiyan para poder comenzar con su entrenamiento. Inko veía a su hijo el cual estaba con una sonrisa emocionada, puede que ella no confíe plenamente en el saiyan, pero si su hijo confía en él, ella hará el intento de confiar en Goku.
Siguieron con su desayuno hablando de anécdotas que le ocurrieron a cada uno durante la semana, aunque no es como si hubieran hecho algo relevante. Lo más "relevante" a recalcar sería la llegada del saiyan a sus vidas.
Riiiiing
Se oyó el timbre por toda la casa, la familia miró hacia la puerta, el infante se le iluminó la mirada al creer que el saiyan ya había llegado. Inko se levantó de la silla y fue abrir la puerta.
Cuando llegó a la misma, la abrió y ahí vio al saiyan saludando con una sonrisa nerviosa. Inko lo dejó pasar.
Mi hijo esta desayunando, deja que termine y luego puedes entrenar con él, ¿entendido? - clamó la peliverde con seriedad, Goku asintió y fue a la sala de estar a esperar a Izuku.
El saiyan no tuvo que esperar mucho, pues vio al infante venir directo hacia él. Izuku se abalanzó al saiyan para darle un abrazo, Goku devolvió el abrazo, bajó al pequeño.
Bueno, Izuku. ¿Listo para el entrenamiento? - preguntó Goku sonriendo hacia el infante, Izuku devolvió la sonrisa con una más grande.
Ten cuidado, hijo. No te vayas a lastimar y siempre sigue las instrucciones de Goku-san - pidió Inko arrodillada frente a Izuku dándole un abrazo y besándole la mejilla.
Entendido, Oka-san - expresó Izuku sonriendo ante la demostración de cariño de Inko. Goku veía la interacción con calma.
Cuídalo, Goku-san. Si no lo haces ya sabes lo que pasará, ¿no? - susurró Inko al oído del saiyan de forma amenazante, Goku tuvo un escalofrío y sólo se limito a asentir.
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El padre de Midoriya
DiversosDicen que las leyendas no nacen sino que se crean, cada una de estas leyendas puede variar, pero la leyenda de que les contaré ahora trata de una que con sus actos puede cambiar el rumbo de la historia. Portada hecha por @DaniMorales820.