XI | UNIVERSIDAD DE ARTES.

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MOON DANA

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MOON DANA.

¿Quién tiene uno de los mejores promedios de su curso?

Moon Dana.

¿Quién es la mejor futura abogada?

Moon Dana.

¿Y quién es Moon Dana?

Yo.

Salí de la universidad dando saltos y saltos mientras los demás estudiantes me veían como si fuera el ser más raro que a pisado la tierra y no los juzgo.

Porque yo no juzgo. Bueno, no siempre.

Iba tranquila tarareando una canción de Bruno Mars hasta que Jiyeon me intercepta casi cerca de la parada de buses, menos mal no era alguien impulsiva porque sino ya le hubiera dado el golpe de su vida ya que, sí me asustó, creí que por primera vez me iba a pasar un momento americano, creo que es por hablar tanto con amigos vía online de esa región, me cuentan como los han robado hasta en la puerta de sus casas, la mayoría por cosas absurdas.

— ¿Puedes ser más delicada? casi se me sale el corazón del susto.

— Ojalá hubiese sido así, lo hubiera colocado en el sol para derretir esa carcasa de hielo que tiene encima.

— Tonta.

— Tú.

— Deja de juntarte con Jungkook, me gusta más cuando me intentas ablandar de forma dulce hasta cansarte de mí, si tú te vuelves como él voy a terminar llorando de lo insoportable que te vas a volver.

— ¿Llorarías por mí?

— ¡Viste!, hablas como él, de todo lo que dije solo oíste solo eso—arrugué mi rostro como si fuera a llorar de una forma dramática.

— Jungkook es basado, eso es todo.

— Jinkik is bisidi—remendé rodando los ojos y cruzandome de brazos, nos detuvimos en la parada del bus.

— Hay una fina línea del odio al...

— Jiyeon, te diré lo mismo que le digo a él; si vas a decir una estupidez mejor cállate.

— Es solo un dicho, que en muchas ocasiones termina haciéndose realidad.

Bufé y me quedé en silencio mientras esperaba el bus que me llevaría a casa, mientras, ella esperaba el de la ruta contraría.
— Ya me voy—avisé una vez el vehículo estuviese frente a mí— nos vemos mañana.

— Nos vemos, cuídate—besó mi mejilla, por mi parte solo alcancé a abrazarla.

Subí al bus y coloqué mis audífonos en mi oídos, tenía una hora para descansar de la universidad así que programé una alarma y cerré mis ojos para dormir aunque sea cuarenta y cinco minutos.
Bajé al llegar a Mandeok, de ahí caminé hasta la cafetería. Diablos estoy tan cansada que siento que no podré trabajar lo suficiente hoy.

¡No Eres Taehyung! | Jeon Jungkook ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora