FINAL

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Final

El veinticuatro de diciembre Nadia se encontraba viendo a Julian abrir el regalo que le había mandado Nixon, con quien había hablado hace poco. Se acomodo sobre la cama donde estaba recientemente le habían quitado el hilo que le habían puesto sobre su herida.

-Mira mamá, es bonito -exclamó Julian enseñándole un auto de juguete y de colección.

-Si mi vida es hermoso -comentó ella sonriendo -Creo que abajo hay mas regalos para ti -le recordó.

-Síííí.... -gritó riendo y bajando de la cama dejándola sola.

Había hablado con Nixon largo y tendido hace dos días en los que le ponía en orden diciéndole que no regresaría a Miami, que ella enviaría vía fax los bocetos de la colección y que si él podría hacerse cargo de que todo marchara bien, mientras ella se recuperaba de la cirugía y pasaba con Anderson.

Quien se encontraba dormido a su lado en ese instante, Nadia suspiro dejando que una pequeña sonrisa se formara en sus labios y lo mirará, se mordió los labios pensando como le daría la noticia, estaba también sus padres que cuando ella fue dada de alta, le pedían perdón y le decían que de haber sabido que ella estaba embarazada no la hubieran asustado así. Si ella era sincera consigo misma, no debía de porque perdonarlos como Anderson lo habría hecho, se apoyo en la espalda de su novio y le dejo un beso en esa parte.

-Te amo amor -susurró ella hacia el.

-Yo también te amo preciosa -le respondió Anderson -He escuchado que Julian ya abrió el regalo que le envió Nixon -exclamó.

-Sí amor -murmuró ella suspirando -Debo decirte algo -expreso.

Anderson se dio media vuelta y la envolvió entre sus brazos con suavidad.
-¿Que cosa preciosa? -preguntó el.

-No me iré -murmuró viéndolo a los ojos -Me quedare aquí contigo, con nuestro hijo, en la tierra donde vi el amor, el cariño verdadero.

-¿Te quedas aquí? -exclamó en un susurró.

-Sí -respondió ella sonriendo -Me enseñaste amar, me diste un amor de navidad que jamás llegue a pensar que viviría.

-Aishh...preciosa me has hecho el hombre mas feliz -susurró Anderson besándola -Te juro que no te arrepentirás Nadia, tu eres mi vida, la dueña de mi existencia, la mujer que he amado durante años y que hoy me dice que se quedará aqui conmigo es mucho más mejor de lo que me podía pedir.

-Te amo amor -susurró ella conmovida -Te amo tanto Anderson.

Y ahí entra esa cama abrazados, reparando sus corazones rotos, acomodando los pequeños pedazos de corazón que tenían esparcidos después de la partida y sobre todo sabiendo que la mañana de aquel día no solo habían sabido lo que era vivir un amor de navidad, sino que también sintieron que la vida siempre habrá momentos de altos y bajos.

Que el destino preparaba el camino para el bien de todos y que sabían que tarde o temprano tendrían que aceptar lo sucedido y aunque ya lo hacían, este no dejaba de doler.

Aprendieron a que un amor nuevo puede aparecer en el momento menos esperado, que cuando mas mal se puede sentir, se puede encontrar a un amor tan puro como el de ellos. Que un hombre podía borrar lo que otro logro en cuestión de años.



FINAL.

UN AMOR DE NAVIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora