SOLO CONTIGO (2)

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Sí, fue un momento tan malditamente romántico y perfecto, tanto que parecía irreal... y lo fue. Dicen que a veces "es demasiado hermoso para ser cierto" o algo como "lo bueno dura poco". Y Mei se sentía como subir al cielo con hermosas promesas de felicidad para caer a la tierra y conocer su calidad de mortal desdichado con beneficio de pocas bendiciones ocasionales.

Luego de que Yuzu la sacara en sus brazos y con esa expresión de apuesto y galante caballero, hubo una oportunidad de perfecto momento como de cinco metros lejos de su edificio cuando el tumulto de fans les rodeó con el inconfundible sonido de los celos y desprecio a la potencial pareja de su ídolo.

Yuzu intento alejarles pero el acoso era insuperable así que Mei bajo de sus brazos y las fans comenzaron a forcejear por acercarse a Yuzu haciendo que Mei saliera del enorme tumulto y terminara viendo la entrada de su edificio con esa expresión confundida que uno pone cuando no sabe como termino bajo la colina cuando ya estaba poniendo la bandera de conquista. Parpadeo unos momentos y volvió su vista a Yuzu que intentaba calmar a las chicas.

-Se olvido de mi... -susurro molesta y decepcionada.

Apretó los puños y se marchó de allí con la poca dignidad que le quedaba y en lugar de ir a comer o regresa a un lugar donde pudiera ser encontrada por nadie se marcho a la biblioteca de ciencias administrativas y contables, tomo el primer libro que encontró a su alcance y se dejo caer en una mesa apartada, que aunque estaba ocupada por un chico ya, no parecía concentrado en el mundo. No había nadie más que ellos dos, así que no estaba molesta por tener que compartir también una mesa de trabajo.

Mei abrió el libro titulado: "el arte de manejar dinero" y se perdió en la primer página, su ceño estaba tan pronunciado y su boca se torcía en el rictus de ira que consiguió darle el semblante de algún demonio frustrado. El reloj avanzaba lento y su mente estaba centrada en como Yuzu la dejo de lado para atender a esas chicas. Ya estaba por comenzar con la letanía de los insultos cuando su móvil vibro y antes del tono lo contesto sin mirar quien era.

- ¿Mei? -la llamo Yuzu del otro lado de la línea y sonaba cansada. - ¿Dónde estás? Creí que íbamos a comer.

-Yo también. -replico Mei de mala gana.

Un silencio corto en la línea.

- ¿Estas molesta?

- ¿Debería?

Yuzu suspiro y parecía frustrada. Respiro hondo.

-Mei, de verdad quiero comer contigo, cariño-

-No me vuelvas a llamar así, Okogi. -le dijo ya gruñendo. –

-Pero no entiendo porque estas fúrica, no fue mi intensión que esas chicas nos cerraran el paso. -intento exponer su defensa de forma brusca y eso molesto más a Mei. -Estas haciendo un drama de algo que no tiene mucho que leerse y-

- ¿Qué acabas de decir? -le interrumpió Mei con un tic en el ojo.

Yuzu cerro la boca en una expresión de horror al darse cuenta de lo que acababa de decir su boca. Trago fuerte.

-Mei, no quise decir-

No solo la había olvidado sino que ahora la acusaba de hacer un drama por lo sucedido, era obvio que tenia el derecho de hacerlo, ¡Yuzu la había invitado a comer y la cambio por atender a sus acosadoras! Si no había estado enojada antes, ahora estaba peor que sedienta de sangre.

-Mira, puedes ir, hablar con esas chicas y llevarlas a comer contigo, ¿sabes? -comenzó a decir al borde de la psicosis. -Y ahorrarte el pasar tiempo con una chica que hace un "¡DRAMA DE ALGO QUE NO TIENE MUCHO QUE LEERSE!" -le grito levantándose de su lugar y su voz rasgo cualquier atisbo de silencio y tranquilidad.

SOME (CITRUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora