CAFÉ

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La administración es un dolor de culo en el momento en que los profesores te dicen "muchachos, después de tanta teoría es momento de que creen su propia empresa" Era como recibir una patada en el vientre y saber que estarías tan jodidamente ocupado mientras tenías unas veinte pestañas en tu ordenador. Mei, que ya sabía lo básico supo que estaría al borde de la crisis por un mes haciendo el maldito manual de operaciones.

Ya había pasado una semana desde que conoció formalmente a Yuzu y, al principio pensó en que sería genial conocerlo poco a poco, solo que al día siguiente de ser presentados el maestro Kaito les anuncio sin ninguna ceremonia luctuosa que crearían una empresa. Alegaron, lo cual fue grave error pues el maestro furioso saco de su maletín una hoja con los posibles giros y cerrando los ojos señalo uno con su dedo pálido.

-Ya que tanto les gusta discutir la mitad del salón por lista me hará un hospital. –dijo sonriendo y volvió a elegir al azar. –Y la otra mitad una sencilla empresa de compra-venta de automóviles. Diviértanse jóvenes, la próxima semana quiero el borrador del manual general de operaciones junto a los primeros indicios del específico de cada departamento.

Mei, que quería mantener la postura comenzó a contar hasta mil, que fue que el coraje cedió y miro la expresión de muerte inminente en cada compañero de la primera mitad de la lista. El resto parecía a aliviada y burlona para con ellos, como los odiaba. Con la clase libre pasaban el día en las laptops buscando información y añadiendo lo que se les pedía. Mei, que quiso irse a algo básico de un hospital término eligiendo el combo completo, una Aihara no hace mediocridades... su propio lema que le estaba costando el sueño y la paz mental.

Llegaba a casa a encerrarse en la biblioteca y buscar algunas cosas, salía a su cuarto con un montón de libros legales y se encerraba. No conocía ningún dueño de algún hospital así que estaba dejándose la piel en el trabajo, Tetsuya estaba preocupado por Mei y no se atrevió a pararla, si la chica quería probarse a sí mismo lo dejaría estar así por el momento.

Varios chicos se reunían con Mei a la hora de la salida para seguir investigando los artículos del marco legal y tenían bastantes problemas con eso debido a sus distintos tipos de hospitales. Mei termino buscándolo todo ella sola; cansada, desesperada y con ira en su corazón siguió trabajando esperando inconscientemente que el profesor que rompiera el cuello como karma.

Mei estaba llegando a la universidad con unas terribles ojeras que disfrazaba con un poco de maquillaje puesto de forma tan pobre, ella no solía ponérselo así que no sabía cómo hacerlo y aplico el "hago lo que puedo con lo que tengo y sé hacer". Bostezando a cada minuto se encontró tallándose los ojos limpiando todo su trabajo en ocultar su pobre situación. Cerró los ojos un poco y se estrelló contra alguien.

-Fíjate por donde carajos vas-

Había dicho malhumorada cuando abrió los ojos y se encontró con un Yuzu que traía su camisa roja a cuadros, jeans azules y auriculares grandes. Al verla se los quito.

-Tiempo sin verla, señorita. –sonrió. -¿Dónde se ha ido a meter?

Mei se mordió el labio y suspiro.

-En las bibliotecas y mi propia habitación. –respondió cansada.

-Tareas difíciles. –dijo amablemente. –Si está cansada puedo llevarla cargando hasta su aula. –se ofreció.

Mei estaba tan cansada que acepto el trato bostezando y se subió a la espalda de Yuzu de inmediato para quedarse de inmediato dormida. Yuzu que escuchaba sus ligeros ronquidos sonrió y emprendió la marcha.

A esa hora no estaba nadie allí, por eso era que Yuzu aprovechaba para encerrarse en el estudio y trabajar desarrollando su nuevo proyecto que era el de calificación semestral y no ese concurso del diseño del nuevo estadio para el mundial. No era que fuera difícil, solo que tenía que tener creatividad en uno y en otro seguir con las reglas. Dio vuelta en la izquierda y se encontró con el edificio de administración que tenía las luces apagadas, sacando su móvil encendió la lámpara para ver donde pisaba y subió las escaleras. Un solo salón para la carrera y tenía que tener tres pisos para estar hasta arriba. Yuzu maldecía al cretino que diseño aquello.

SOME (CITRUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora