Capítulo 24 "Sorpresa"

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Sabes que estás muy jodida cuando estás sentada frente al televisor, pérdida y babeando por la imagen del tipo que presenta las noticias.

Casi todas las noches a las nueve en punto yo tomo capturas de Vincent para brindarle apoyo con su contenido de medios.

Siempre le mando las mejores capturas y videos para que luego él pueda subirlo a sus redes. Es un favor que le hago.

Lo sé... Soy muy linda, hay agencias de publicidad que cobran por realizar el monitoreo y contenido de medios para sus clientes, pero lo mío con Vincent es otra cosa.

Le sugiero que corbata debe usar con ese color de traje, le escribo  por texto que debe preguntarle al invitado en la entrevista; lo actualizó sobre los twits que están subiendo las entidades del gobierno en ese momento. Todo eso lo hago antes que producción lo haga para él y a veces mejor que su equipo.

El haber trabajado por cinco años en un noticiero, me llena de ventajas para apoyarlo ahora a él.

La experiencia fue increíble, pero ser reportera no es lo mío, me gusta más trabajar en producción y mover los hilos atrás de las cámaras.

A parte que te arriesgas menos. Me acuerdo que en una ocasión,  nos sacaron a mi equipo y a mi,
en medio de una manifestación por la ventana del vehículo de prensa; esa vez creí que me iban a golpear.

Ahora soy madre y debo cuidarme y un trabajo así no me conviene por más que me lo han ofrecido un par de veces en estos días. Incluso Vincent me lo ha mencionado.

Tomo un video de treinta segundos para que él pueda subirlo a sus historias en Instagram.

El tiene esa mirada tan profunda que me derrite, pero es su sonrisa descarada la que me termina de matar.

Vincent estira la mano y apunta con dos dedos a la cámara para señalar un punto de vista. Yo sonrío por que mi mente perversa va más allá, sabiendo lo que esos largos dedos hicieron hoy por la madrugada.

Le mando un texto para que lo lea en medio de la pausa y preparo mi celular para tomarle captura a la expresión de su rostro cuando lo lea.

Se que mientras le toca el turno de narrar a su compañero, Vincent revisa su celular para ver sus twits.

"Lobo... Que dedos tan largos tienes, son para..."

¡Listo! Mi texto ha sido enviado y yo estoy sonriendo con el celular en la mano para poder capturar su reacción.

Vincent baja la mirada hacia su teléfono mientras desliza sus dedos por su rasposa barba. Frunce los labios y escribe en él; luego mira hacia la cámara inmutable.

"¡Mierda! La próxima le mando una foto mía desnuda... Bueno no, eso ya lo he hecho.

¡¡Ya se!! De rodillas y de espaldas, con un pequeño tanga de hilo color rojo y las manos atadas. Solo que... ¿Quién rayos me va amarrar las manos?

El sonido de mi celular me saca de mis pensamientos. Es un mensaje de Vincent.

"Son para... ¿Meterte tres?"

¡Joder! Me corro aquí mismo, me acaba de dar infarto en la calocha como dicen mis lectores en Latinoamérica.

Me acerco a la pantalla y como una adolescente enamorada y le planto menudo beso en sus labios.

—Mamá... Tu en serio me preocupas —Me dice mi hija.

Me separo y me pongo de pie de un salto. Dayana está concentrada en su celular y solo me mira de re ojo. Esto es sumamente vergonzoso.

ResilienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora