Capitulo 27 "Intenso"

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Dolor, amor, todo junto. Las emociones van y vienen.

No puedo evitar sentir rabia al verlo tan sereno, tan tranquilo; mientras que yo todos estos años he sufrido por él y nunca me busco. Bueno la tonta soy yo por haber elegido estar mal y él, eligió estar bien y ocuparse en ser este hombre triunfador que tengo frente a mi.

«Bien por ti mi amor, eso deberíamos hacer todos»

Pero el amor que siento por el me sobre pasa y siento que en cualquier comento ese sentimiento me va a quebrar y mostrarme vulnerable ante él.

Si Aiden hubiera luchado por que siguiéramos juntos, nuestras vidas hubieran sido distintas; pero al final entendí que un hombre no puede hacer mi destino, ese me lo hago yo misma.

—Aiden.

Ambos volteamos a ver a la mujer rubia que está en el pasillo mirando fijamente nuestras manos entrelazadas. Es la misma que hizo la introducción de Aiden hace un momento.

—Amor, la prensa espera por nosotros. —Dice ignorándome, como si yo no estuviese ahí. Si esta fingiendo es una maestra, porque Aiden aprieta tanto su agarre en mi mano al punto que comienza a doler.

—Ya vamos Lorelay. —Dice sin mirarla.

—Ahora Aiden.

Mi sonrisa es apenas perceptible mientras lo veo. Las facciones en su cara cambian a muy molesto.

—¿Me regresas mi mano Aiden?

—¡No!

—¡Auch! —Digo sonriendo —. Lory, dile que me suelte, que pereza estar en presencia de problemas de pareja y yo tan ocupada.

—Aiden suelta a la mujer, ya basta de jueguitos, la prensa comienza hablar sobre tu falta de cortesía.

—¡Me importa una mierda!

Ella abre los ojos como platos llevándose las manos a la boca. Es entonces que me sacudo de su agarre y corro disparada lejos de ahí.

Mientras llegó al salón y buscó a mi compañero no paro de pensar sobre quién es esa mujer; ¿Dónde esta Camila? ¿Quién es esa hermosa mujer que le habla con tanta autoridad.

Le hago señas a mi compañero para luego reunirme con él. Me pregunta si estoy bien y yo levanto mi pulgar en signo que si.

«Si... Estoy hecha mierda, pero ahí voy.»

La conferencia sigue de forma tranquila con Aiden a la cabeza contestando todas las preguntas de la prensa. Lo hace con su mirada fija en mi.

Yo solo lo veo re regreso con una sonrisa burlona en mi cara y al terminar no me quedo al coctel que han ofrecido.

—No puedo quedarme. —Le digo a mi compañero y este solo asiente con la cabeza.

Llegamos a mi auto rumbo a la revista. Redactó la nota; también corrijo y edito la de mis compañeros y luego me voy a casa.

Trabajar me desconecto un veinticinco por ciento de Aiden. Solo quiero llegar a casa, besar a mis hijos y tomar una pastilla para dormir hasta el día de mañana.

Conduzco mientras escucho a Adele con un nudo en la garganta.

Apartó un mechón de mi pelo que se ha pegado a mi Mejía a causa de las lágrimas que han resbalado por ellas.

Él se miraba tan hermoso, tan divino, tan masculino; todo un hombre emponderado. Pero también con ese mismo carácter de
mierda, dominante y posesivo.

"No me busco"

"No me busco"

Lo repito una y otra vez mientras mis dedos aprietan el volante haciendo que mis nudillos se pongan blancos.

ResilienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora