Resiliencia

Capítulo 13 "Travesuras"

Cuando pasas más de una hora acostada sobre el suelo, mirando las estrellas y a la hermosa luna, se te olvida todo; más si esas ventanas están en el techo de tu sala.

Hace seis meses me diagnosticaron cancer en una etapa muy avanzada y mi forma de pensar cambio por completo; Sobre que yo soy más importante que las cosas malas que me pasan.

Es por eso que luego que Dios me diera otra oportunidad de vivir con salud plena, fue cuando me di cuenta que debía vivir de verdad. Amar con locura a mis hijos y hacer todas las locuras que antes no me atreví hacer.

Quiero cosas como, tirarme en paracaídas, aprender andar en moto, tatuarme y ponerme una buena borrachera de esas que no te acuerdas ni cómo llegaste a ese lugar. También aprender a tirar con una increíble puntería.

Toda mi vida he tratado de ayudar al que me necesita sin esperar nada a cambio, no importa si fuese quitarme el bocado de mi boca para compartirlo, aprendí a cantar, bailar, coser con maquina, pintar con varias técnicas, viajar.

Pero hoy quiero hacer muchas locuras y las voy hacer con muchas personas. Lo que si no voy a permitir es que me vuelvan a pasar por encima, que me usen o me reduzcan a nada y mucho menos que me vean la cara.

Pienso en Frank, en que si él viviera sería el tío Frank que estaría siempre para mi y los niños; pienso en que no veré a mi hermano en mucho tiempo; Alemania está tan lejos y ahora con el COVID es más difícil.

Aiden... Pienso en él todos los días y le pido a Dios que no se vaya a enfermar. No puedo concentrarme tengo que escribir mi columna y enviar a más tardar en dos horas mi trabajo, esto es un bloqueo total, acostarme con Alex y conocer a tantos hombres en las redes no me ayudo en nada más que quitarme el tiempo.

Todos los días lo mismo:

"Hola"
"Eres muy hermosa"
"¿Dónde vives?"
"¿Eres soltera?"
"¿Cuántos años tienes?"
"¿Follamos?"
"Hagamos sexting"
"Mándame nudes"

¡Pero lo peor es que me ha tocado ver más penes que un urólogo en una semana! No entiendo porqué los hombres te mandan algo así cuando tú no lo has pedido... ¿Acaso no saben que no todas queremos verlos a no ser que te lo vayas a comer o se lo pidas tu?

—¡Ya se! El tema será: Mascarillas y sexting.

—Mamá, ¿Porqué siempre hablas sola?

Volteo a ver a mi hija que en este momento me observa con cara de: Mi madre esta loca... Yo solo levanto mis hombros y le hago señas con la mano para que se vaya.

—Es que mi mamá le gusta hablar con el fantasma de la casa —dice Adrián —; pero mamá no le cae bien porque es muy eléctrica y lo pone nervioso.

Me incorporo y los veo fijamente, este tema del fantasma me tiene harta, desde que Alex vino no paran de mencionarlo, y eso que ellos no saben nada de él o sobre mi proyecto.

—A la cama, ya es tarde.

—Pero si son las nueve de la noche, una hora más mami.

—No bebé, a lavarse los dientes y a orar para que Dios sane a la abuelita, luego les voy a contar un cuento.

—Yo ya estoy grande para eso, mejor nos hablas de astrología o el meteorito que destruirá la tierra este año; también cómo estar preparados para el Apocalipsis zombi ó sobre BTS.

—Si Dayana, todo eso y si quieres también planeamos tu boda ficticia con uno de ellos.

—Algún día tus ojos lo verán madre. —Me dice sonriendo y yo solo ruedo los ojos.

—¡Ya a dormir!

Ambos salen corriendo y yo me voy tras ellos, para ver que en verdad se laven sus dientes. Todas las noches es estar vigilando que cumplan con su rutina completa; aveces en medio de la noche me despierto temblando, aún no puedo creer que yo he criado a mis hijos prácticamente sola, como una madre muy convencional, sobre todo porque no tuve el ejemplo de una.