—¿Aiden...?—Vania.
—¿Aiden, eres tú?
—Te tardaste en buscarme, ¿Cuántos años? ¿Quince, ya te divertiste lo suficiente con tus ratones o todavía tienes algún otro payaso por ahí escondido que no conozco?
Siento como el celular se desliza lentamente por mis dedos, el corazón me late hasta en las orejas y mis pies como si no tocaran el suelo.
Es él, es Aiden Pohl y yo he pasado los últimos dos días llorando su muerte, le sumó quince por su ausencia.
"¡Un momento! ¿El Desgraciado me acaba de reclamar por cómo he vivido mi vida...? ¡Maldito perro mal nacido!"
—¿Buscarte yo a ti? ¿Acaso tenía que hacerlo? ¿Y tú? Yo estaba casada, no tenía porque andar buscando ex novios.
Escucho su risa ronca y sarcástica al otro de la línea, haciendo que mi corazón se salga del pecho; también escucho como sopla, señal de que está fumando. Hábito de mierda que siempre odié.
—Muy bien, las señoras casadas se deben a sus maridos y se comportan, buen punto. Pero luego de separarte te estuviste tirando al tipejo ese, el neurocirujano, luego al presentador de televisión y ahora... ¿A quién más señora Cosh?
—¡Qué te den Pohl!
—Si, lo supuse, ahora sigo yo. ¿Me vas a coger a mi Vania?
¡¡Maldito!!
—Te llamo más tarde Vania, ahora estoy a punto de entrar a reunión. Y para la próxima te memorizas mi nombre completo para que mi gente no te engañe tan fácilmente.
Aiden cuelga la llamada y estoy a nada de tirar mi celular contra la
pared por la rabia contenida.—¡Maldito Hijo de puta!
—¿Te pasa algo nena?
Volteo a ver a mis espaldas apenada, se me olvidó que estaba en la revista. Mis compañeros me miran extrañados y yo solo les sonrió como idiota mientras tomo mis cosas para salir disparada de ahí y contarle todo a mis amigas.
—Lo siento, es que se borro todo y no lo guarde, seguiré trabajando en casa.
Salgo a paso veloz como si me hubieran avisado que los labiales Mac están a $2 dólares en la tienda de enfrente, directo a mi auto.
Conectó el celular a mi vehículo y llamo a Grace y a Ariadne para hacer una llamada conferencia.
Primero me contesta Grace que se escucha que aún está en la clínica y luego Ariadne desde su auto.
—Hola nena. —Me dice Ariadne.
—Hello a todas. Dice Grace.
—Aiden esta vivo, él es Thomas Pohl, se me paso por alto que es su tercer nombre, porque tiene tres. Se hizo pasar por muerto, pero no le pregunté quién es esa tal Esmeralda que me mintió y no tengo idea del porqué, luego discutimos,
más bien fueron reclamos; de ambos, por todo. Después me colgó y ahora lo quiero matar.Terminó soltando el aíre que tenía atrapado en mis pulmones. Tengo como mil preguntas y siento que todo esto no es real.
—¿Qué pasó con Aiden, cómo que estaba muerto?
—Como lo escuchan, él quizá me ha investigado y le dijo a alguien que me llamara haciéndose pasar por Esmeralda con una versión sobre que él había muerto.
—Esto está raro... ¿Porqué Aiden haría algo así?
—Yo no lo conozco, así que no puedo opinar. —Dice Ariadne.
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Resiliencia
RandomSiempre he pensado que las princesas no existen y que este mundo es para las guerreras. Yo... Soy una de ellas porque no tuve elección. Todas las malas decisiones nos pasan factura en algún momento; la pregunta es, ¿hasta cuando se terminan de paga...