⏳ CAPÍTULO 13 ⏳

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Adham

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Adham

Por la vieja y sucia ventana, comenzaban a colarse los primeros rayos de sol. Adham abrió los ojos poco a poco y vio a Elizabeth junto a él, abrazándolo por la cintura. Su pequeña cabeza estaba apoyada junto a su cuello, su cabello rubio cubría su rostro, y él no podía dejar de admirarla mientras dormía. Quería girarse, pero no quería despertarla; se veía tan tierna y tan inofensiva, aunque sabía perfectamente que era muy buena usando la espada.

Elizabeth comenzó a abrir los ojos, y Adham pudo ver sus hermosos ojos color gris. Ella bostezó y luego abrió los ojos como platos al ver que estaba abrazando a Adham. Rápidamente se alejó de él.

—¡Qué mierda! —se cubrió con las sábanas de la cama y luego miró el torso desnudo de Adham—. No recordaba que compartía cama contigo...

—¿Te gustó abrazarme toda la noche? —preguntó Adham sonriendo pícaramente, acomodándose en la cama y cruzando los brazos sobre su pecho desnudo.

—Eso quisieras —replicó ella enojada.

Adham no dejó de sonreír pícaramente. Se levantó de la cama y se colocó junto a la silla para vestirse, sintiendo la mirada de Elizabeth clavada en él. "Sigue admirándome", pensó Adham, "amo ver tus ojos clavados en mí."

—Vuelvo en unos minutos —dijo Adham, poniéndose la capa.

—¿A dónde irás? —preguntó Elizabeth, curiosa.

—Solamente buscaré a los de la tripulación para hacer el plan.

—¿Dónde los reunirás?

—Ya encontraremos un sitio para las reuniones.

Sin decir nada más, Adham salió de la habitación, dejando sola a Elizabeth. Miró el pasillo lleno de puertas de madera mohosa, tocó las puertas de sus tripulantes y les dijo que los llamaría para una reunión. Se llevó con él a Oliver, un chico de piel bronceada y ojos verdes, para buscar un buen sitio donde planear el secuestro de Elora.

Después de casi dos horas de búsqueda por el pequeño pueblo de Amadahi, Adham y Oliver encontraron un buen lugar para las reuniones. Era un granero abandonado, grande y algo alejado del pueblo. Adham suponía que habían abandonado el lugar porque se había incendiado, quedando solo los restos quemados. También había una pequeña cabaña de la que solo quedaban restos. Era un lugar perfecto para planear sin ser espiados.

—Busca a los demás —ordenó Adham a Oliver—. Y diles que sean discretos.

Oliver asintió y abandonó el lugar. Adham buscó algo en lo que poner los mapas y encontró un pedazo de madera quemada y un tronco de árbol. Colocó la madera encima del tronco, improvisando una mesa.

Poco después, llegaron los miembros de su tripulación, aunque Adham notó la ausencia de Dorian y Elizabeth.

—Ya estamos aquí, capitán —dijo Pitter, uno de los piratas de Adham.

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