⏳ CAPÍTULO 19 ⏳

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Adham

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Adham

Adham se encontraba mirando un mapa en su camarote junto con el señor Bins, Nerea y Dorian. Estaban discutiendo cómo iban a salvar a Elizabeth de las garras del capitán Sharkblack.

—Dorian, ¿cuál es la mejor ruta? —preguntó Adham, apartando la mirada del mapa.

—Por las corrientes de las sirenas —respondió Dorian, señalando el dibujo de un remolino—. O podemos pasar por el remolino de Zeus. Ambas son peligrosas.

—¿Peligrosas? —espetó Nerea—. ¿Qué son unas sirenas o un maldito remolino de agua?

—Las sirenas nos pueden hipnotizar con sus cantos, llevándonos a las cumbres donde nos perderíamos para siempre. Y el remolino de Zeus nos lleva a una muerte segura —explicó Adham.

—¿Qué tan malo puede ser? —dijo Nerea tranquilamente.

Todos la miraron sorprendidos, mientras ella los observaba con fastidio.

—Tenemos que pensar en cómo llegar a la isla Tiburón —dijo el señor Bins.

—Lo malo es que esas son las únicas rutas para llegar lo antes posible y salvar a Elizabeth —dijo Dorian mirando a Adham—. Si tomamos otra ruta, llegaríamos en un mes y temo pensar qué le harán en solo un día.

Todos se quedaron en silencio. Nadie quería pensar en eso, y menos Adham, ahora que aceptaba sus sentimientos por ella. Mientras seguían pensando en cómo salvarla, Adham tuvo una idea y señaló un dibujo de un monstruo marino.

—¡Dime que es una maldita broma! —espetó Nerea al ver el dibujo de la criatura marina.

—Podemos pasar por el Dorcha —dijo Adham mirando a todos. Todos lo miraban como si se hubiera vuelto loco—. Sé que es muy peligroso, pero es la manera más rápida de llegar a la isla.

—Adham —habló Nerea. Adham la miraba sorprendido, ya que nunca lo llamaba por su nombre, solo lo llamaba capitán—. Sé que quieres ir a salvar a Elizabeth, pero ¿el Dorcha? Es cavar nuestra propia tumba. Nadie que haya visto al Dorcha en persona ha sobrevivido para contarlo. Es muy arriesgado, moriremos antes de salvarla.

Adham suspiró cansado. Estaba harto de estar en ese barco sin poder ir a ayudar a Elizabeth.

—Si tienen otra idea, los escucho.

Nadie habló. Se miraban unos a otros sin decir nada.

—Bien, está decidido. Iremos por la ruta del Dorcha —Adham se acomodó la capa y caminó hacia la puerta. Antes de salir, se volteó—. Si pasa algo, yo asumiré toda la culpa, pero primero tenemos que ayudar a Elizabeth.

Salió del camarote y los demás lo siguieron. La luna comenzaba a ocultarse mientras los primeros rayos de sol salían. Miró por unos segundos a la luna y recordó la mirada de Elizabeth. Estaba dispuesto a hacer lo que fuera para verla sana y salva. Tomó aire y se giró para ver a Oliver.

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