Madre

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Segunda parte de "Padre"

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゚。𝔂𝓸𝓾’𝓻𝓮 𝓭𝓮𝓪𝓭 𝓽𝓸 𝓶𝓮
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Observaba a su hijo como un espécimen raro,sentado en su cama con zapatitos lustrados y chupando su dedo,mirando con curiosidad la habitación donde...bueno,donde fue concebido aunque no lo sepa.

Era un niño muy bonito con su enorme parecido a Draco,las cosas lindas normalmente le dan ganas de aplastarlas y quitarles la vida, no las soporta,desde que comenzó su relación con Draco eso había disminuido bastante.

Solo con todo lo relacionado a Draco en realidad.

En el momento en que nacieron sus hijos estaba más preocupado por como iba a sobrevivir el rubio no le interesaba otra cosa, recuerda su cara sudorosa y llorosa,sufriendo,gritando de dolor,estuvo ahí en todo el parto ,fue lo mucho peor que cualquier tortura psicológica que haya sufrido antes,no supo cuanto adoraba a su concubino hasta ese entonces.

El dolor de su pareja fue aterrador,no podía soportar que sufriera y llegó a aborrecer a esos niños,ni si quiera los vió mucho cuando recién habían salido de Draco,sólo se aseguró que su amante estuviera bien atendido y los ignoró por completo ,como si nunca hubieran existido. El joven que se había convertido en madre siempre solía contarle sobre ellos,a modo de informe,no entendía porqué sus ojos brillaban pero lo dejaba ser porque se veía feliz.

Un día dejó de hablar de ellos y no le importó demasiado de todas formas.

Siguió con su vida donde Draco calentaba su cama y dirigía enormes masas de gente que lo admiraba,ignorando que tenía dos niños con su sangre siendo criados en la mansión.

Nunca ahondó en el porqué no quería verlos una vez si quiera.

Tal vez porque no sabía cómo ser padre,si podría lastimarlos o algo así,Draco lo odiaria eternamente si sucedía,aunque le fastidiara la idea de compartir a su concubino sabe que no puede competir con el amor que le tiene a esas dos criaturas.

El amor de madre lo venció una vez,conoce su poder ahora.

Cuando vió a Lucifer por primera vez en su cuna con objetos flotando a su alrededor y con esos enormes ojos color carmín tan parecidos a los suyos,pudo entender mejor el sentimiento,algo brotó en su pecho y no podía dejar de ver fascinado a esa pequeña criatura.

Papá.  — Llamó el niño en parsel,haciendo un puchero. — Tengo hambre.

Explicó con mímica frotando su barriguita,viéndolo fijamente,nadie lo veía a los ojos además de su ángel. Y a este le tomó un largo tiempo hacerlo sin temblar,después de todo a penas había dejado de ser un adolescente cuando empezaron con sus acercamientos íntimos.

Ese niño no reaccionó al peligro con ninguno de sus actos,ni si quiera en el hecho de que sea prácticamente un extraño,era una suerte que no haya usado el glamour para ocultar su rostro verdadero y mostrar un rostro humano al menor,quien solo aceptó fácilmente que era su padre hablandole en parsel y disfrutó la tortura de Theodore Nott aplaudiendo con sus manitas.

Se sintió complacido.

Hizo un chasquido con los dedos y un elfo trémulo se apareció, viendo con horror a su amo pero tratando de articular palabra,Lord Voldemort nunca,NUNCA, llamaba a elfos domésticos.

Podría ser el fin,pensó el elfo sin nombre,haciéndose a la idea de que no iba a vivir,tal vez hizo algo mal,algo imperdonable como ponerle pimienta a la comida del señor oscuro.

El hombre de ojos rojos brillantes en la oscuridad lo observó, perforando su alma impura y poco digna..

Entonces dijo:

DraTom MomentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora