DraTom Moments

Anillos de papel

Esto sucede en el mismo universo que la historia "San Valentín" como un tipo de continuación.

No hice nada por San Valentín así que aquí vamos,de Drarry ya hay muchas autoras que hacen historias pero el DraTom necesita amor.

Algo de un Tom inseguro,para variar.

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Desde que había roto el broche de serpiente su vida había ido de bien en mejor. Draco se quedó con el después de todo,¿a quien más acudiría? le mintió diciéndole que no sabía que había pasado con el broche,creerle era más fácil que discutir y el rubio parecía no tener un lugar al cual regresar de todas formas.

Draco estaba sólo de donde venía,le contó de la guerra y como Lord Voldemort había perdido por un mocoso con demasiada suerte. Era un hogar hostil para los mortifagos, el rubio le enseñó su marca y parecía horrorizado con portarla,lo repudiaba.

Intentó no verse ofendido y lo consoló en el momento,Draco era todo un niño mimado. Las lágrimas me causaban desagrado no importa de quien vinieran pero valía la pena cuando por cada lágrima estaba más cerca de él.

Como era de esperar,Draco se mudó con Tom a la humilde casa que había comprado hace un tiempo,no era un chiquero pero desde luego no era a lo que el rubio estaba acostumbrado,con su elegancia natural y preguntando por elementos de la casa que no tenía. Se sintió humillado como cuando entró que Hogwarts en la casa Slytherin donde el más "modesto" tenía al menos tres uniformes de repuesto de las mejores telas.

El menor no se quejó, pero pudo notar que estaba algo incómodo con la casa,no paraba de mirar las paredes,los muebles,las grietas y cosas viejas,se sintió juzgado pero ¿qué se suponía que iba a decirle sin parecer un demente? Se guardó ese resentimiento para si.

Se olvidó por completo de los malos sentimientos cuando recordó que iban a dormir juntos todo el tiempo,podría tener a Draco cuando se le apeteciera,dudaba que él le negara algo.

Y si fue,siempre estaba dispuesto a hacerlo cuando Tom lo propusiera,Draco estaba entusiasmado por complacerlo y Tom estaba más que satisfecho con ser complacido.

Todas las noches se soltaba el largo cabello rubio el cual habitualmente tenia en una trenza para que no le molestar y lo cepillaba con paciencia frente al espejo,tan delicado con sus mechones dejando el cabello brillante y ordenado.

— ¿Por qué siempre te peinas tanto,cariño? Sólo vamos a dormir. — Murmuró viéndolo acostado desde la cama,llevaban al menos dos semanas conviviendo y se había acostumbrado a sus rituales diarios. Pensó que sería más difícil vivir con alguien y no odiarla, pero hasta ahora Draco era una presencia que agradecía,le había ayudado en casa mientras el salía a trabajar,parecía no molestarle ser amo de casa aún recordando su posición social antes de llegar a Tom. Aunque con magia no es la gran cosa como cuando lo hacías todo al modo muggle,seguro se ayudó con el libro de hechizos domésticos que tiene.

Parecían un verdadero matrimonio.

Draco era dócil pero también pomposo y exigente,le gustaba comprar alimentos de calidad y nutritivos lo que le dolía al bolsillo de su conviviente,a veces citando a su madre como fuente ultra confiable e irrefutable,se concentraba en mantener la salud de ambos,Tom nunca se había interesado por comer bien o de forma adecuada,pero la comida del rubio hizo una gran diferencia.

Se preguntaba cómo aprendió a cocinar.

— Siempre cepillo mi cabello al menos cien veces,es una manía ,no puedo quitarme ese hábito. — Sonrió dando la última pasada a su cabello para dejar el cepillo a un lado.  Se levantó, tenía la pijama blanca con rayas amarillas y azules,muy fresca ya que a Draco siempre le daba calor por la noche. Era suya la pijama,aún no compraba ropa para el sangre pura y era gratificante verlo usar sus cosas.