"Deja de engañarte a ti mismo, Afrodita."

82 9 18
                                    

18 de Septiembre:

Reencontrarse con Deathmask, Shura y los demás fue algo que realmente entusiasmó a Piscis a la vuelta de las vacaciones. El chico les contó acerca de la visita de Saga y expuso de manera orgullosa todo lo que habían experimentado juntos, el también informó de sus hazañas durante el verano pero los ojos azules del sueco se movían con disimulo de un lado a otro, tratando de encontrar a la persona que amenazaba con imponer distancia en su relación amorosa. 

Aún con el silencio de Saga todavía presente en sus recuerdos ante la cuestión que le formuló en el hotel, Afrodita observó con detenimiento a todo aquel que se acercó a Géminis en el auditorio el día que las clases volvieron a dar comienzo, desconfiaba de todo el mundo -conocido o no- aunque sus sospechas se centraban en un grupo en concreto: el que visitaría la academia proveniente de Europa.

Piscis se encontraba perdido en sus pensamientos cuando la mismísima Saori Kido reclamó la atención de los presentes en el lugar para presentar de manera formal a los alumnos de intercambio frente a todos sus estudiantes:

- Quisiera presentaros a las siete compañeras que han viajado desde Grecia para pasar a nuestro lado el siguiente trimestre: Katya de Corona Boreal es Presidenta del Consejo de su correspondiente centro educativo y por tanto, la representante de este pequeño grupo de señoritas; así que espero comprensión y un absoluto respeto hacia ellas.

Las siete se inclinaron en una sutil reverencia hacia el público que aplaudía las palabras de la directora de la academia. Afrodita frunció el ceño porque no terminaba de comprender por qué Los Elíseos solo habían mandado a Saga a Grecia y sin embargo, ellos recibían a un grupo tan numeroso pero, entre tanta duda agolpada en su cabeza, también se fijó en que, al margen de ser la líder del grupo de intercambio, Katya era una chica que llamaba la atención por sí misma: era alta, esbelta, poseía un rostro perfecto cuyos ojos verdes relucían de emoción y lucía una larga cabellera rubia y dorada, digna de una delicada criatura de cuento de hadas; se trataba sin duda de una chica que no solo brillaba por su belleza sino que seguramente, también poseería grandes dotes para la alta sociedad y los negocios. Una imagen perfecta para verla al lado de...


"Oh... ¿Una chica...?" pensó Afrodita al ver cómo Saga se acercaba a hablar con Katya al terminar la presentación y ella, le devolvía el saludo con una cercanía asombrosa, tomándolo del brazo y apoyando su rostro en el hombro de él. 

De repente, todo cobró sentido en la mente de Piscis: Katya habría acogido seguramente a Saga bajo su protección en Grecia y ahora, a Géminis le tocaba hacer lo mismo con ella. Sin embargo, la supuesta bisexualidad de su amor hacía tomado por sorpresa al sueco. Afrodita nunca había tenido ningún interés en definir sus gustos sexuales y tampoco solía interesarse por el de los demás pero por algún extraño motivo, la tristeza se apoderó de su corazón al ver que ambos presidentes daban una imagen que le hizo pensar que tarde o temprano, Saga lo apartaría de su lado por no seguir el camino que la sociedad esperaba de ellos como pareja formada por el mismo género:

- Es un placer conoceros, chicas. – Saludó el chico a pesar de todo cuando se acercó al grupo de intercambio, esbozando su mejor sonrisa. – Soy Afrodita, el líder de la sección de Piscis y estaré a vuestra entera disposición.

Katya y las demás compañeras se giraron para ver a aquella persona que los saludaba pero fueron Deathmask, Shura y Aioros, que caminaban un poco más atrás dispuestos a imitar el comportamiento de su amigo, quienes vieron de primera mano el cómo la alumna extranjera cambiaba por completo su expresión al descubrir al sueco frente a ella:

- Perdona ¿Eres un... chico? – Preguntó la chica.

La interrogativa llevaba un despreciable doble sentido, eso era algo que Afrodita sabía captar en el acto tras muchos años acumulando en su espalda la misma pregunta verbalizada por diferentes bocas pero aún con ello, y ocultando bajo una máscara de amabilidad su malestar, contestó con educación pues cabía la posibilidad de haber malinterpretado el tono de la griega:

Boys Before RosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora