Regalo de despedida.

131 13 3
                                    

Advertencia: Este cápitulo, y el siguiente, pueden contener escenas sensibles quizá no aptas para todos los públicos. En el instante en que te sientas incómode por la lectura, salta algunos párrafos y reengánchate una vez pasado lo más intenso. 

Las vacaciones pasaron con sorprendente tranquilidad para Afrodita gracias a la compañía de Deathmask. El líder de Cáncer siempre tenía un plan casero preparado para entretenerlo ya fuera con competiciones absurdas de videojuegos, apuestas que resolver con cartas o maratones de series que aunque en un principio no terminaron de gustarle a Piscis... al final, terminó admitiendo estar enganchado. 


Poco a poco, el mal rato de la fiesta de Navidad parecía desvanecerse de la mente del muchacho y puesto que Deathmask no sacaba el tema ni presionaba a su amigo con nada relacionado con el tema, aquel desagradable asunto terminó formando parte del pasado.

Además de ello, Cáncer también acompañó a Afrodita por el centro de la capital en fechas navideñas, fueron al cine y visitaron infinidad de tiendas en los centros comerciales mientras hablaban de infinidad de cosas, algunas más serias, otras más polémicas y sobre todo, estupideces sobre el comportamiento de Deathmask.

27 de Diciembre:


La pareja pasó por la puerta de una gigantesca tienda situada en la mitad de uno de los centros comerciales más famosos de la capital nipona, una franquicia recién estrenada que conquistó a Afrodita por completo: el nombre que brillaba encima de la puerta era "Omega Style" y estaba simbolizado con una enorme letra griega situada detrás del nombre en una enrevesadísima caligrafía; el interior estaba repleto de lotes de maquillaje, productos de estética y belleza y al parecer, promocionaban una nueva línea de sombras de ojos de lo más exquisito. No obstante, y a pesar de la clara ilusión del líder de Piscis, el chico pasó de largo como si le atrajera la idea de entrar entre cero y nada:

- ¡Eh, eh, Dita! ¿Dónde vas? ¿No quieres entrar?


- No digas tonterías, los chicos no tienen interés por maquillaje.


Deathmask se detuvo en seco y lo agarró por el brazo, parpadeando con incredulidad:


- ¡¿Qué?! ¿Quién esta diciendo tonterías ahora? Vamos~ Te encanta~ ¿A que si? No me puedes mentir.


- Arg~ Está bien... ¡Sí, me encantaría tener esa nueva caja! Pero es carísima, demasiado y ya ni siquiera tengo planes de salir a ningún lado así que sería un desperdicio. Vámonos, quiero llegar a casa y soltar todas estas bolsas.


- ¿El problema es el dinero? Yo podría...


- ¡NO! ¡NO! ¡Ni se te ocurra! Juro que te mato si te atreves a hacer eso, Massimiliano.


- ¡Vale, vale! No hace falta ponerse tan agresivo... ¡Y no me llames así en público! Era un secreto que no debí haberte contado... Ahora lo usas en mi contra todo el tiempo – Contestó Cáncer.


- Solo lo hago cuando quiero que sepas que voy en serio... ¡Prométeme que no comprarás nada!

- ¡Prometido, mi señor!

No obstante, Deathmask tan solo necesitó enviar una borrosa fotografía sin que Afrodita se percatara a uno de sus contactos para que la caja de Omega Style acabase en su lista de gastos para ese mes.


***


31 de Diciembre:


En la noche de fin de año, ambos encargaron comida algo más delicada para cenar y, tirados en el sofá, presenciaron el final de una de las series que más había enganchado a Afrodita, un drama de casi cincuenta y dos capítulos donde comentaron cada escena y mantuvieron un nerviosismo permanente que se vio sobre pasado por un romántico beso entre los dos protagonistas que ambos deseaban que ocurriera:

- ¡JODER, SÍ! – Exclamó Piscis brincando del sofá – ¡EMPEZABA A CREER QUE NO LLEGARÍA A VER ESTO!


Deathmask soltó una carcajada y se levantó en dirección a la cocina mientras su compañero se quedaba pegado al televisor, esperando alguna escena post-créditos que alimentara más aún su entusiasmo si es que cabía dicha posibilidad:


- Brindemos por tan buen final, Dita, aunque debo admitir que mis esperanzas no estaban muy allá...


- ¿¡Cómo que no!? Esta serie tenía que acabar con un beso, Deathmask ¿Me oyes? ¡Con-Be-So!


Una lata de cerveza apareció ante la cara del chico de cabello celeste que con gusto tomó de su amigo, chocaron ambas y bebieron durante un rato mientras comentaban el final de la serie:


- Ha sido increíble... Bueno, aún queda un rato para año nuevo... ¿Qué hacemos hasta entonces? – Preguntó el sueco mirando la hora del reloj.


- ¿Qué pasa? Acaso ¿Soy tu bufón para decidir que hacer y que no te aburras, principito?


- Oh vamos, Deathmask, no te enfades... Siempre inventas algo divertido que hacer. ¡Vamos, propón algo!


Boys Before RosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora