XXXIII. Conexión

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Christopher casi ni sentía el peso de las presas que había cazado en el bosque. Esta vez había ido solo, ya que Sara estaba ocupada con los cargamentos que habían traído en la ronda matutina, y como se dictaminaron tres días de caza semanales, tenía que cargar con distintas tareas que antes no veía tan amontonadas.

También estaba el hecho de que su compromiso con Erik estaba próximo. Se unirían justo después de la luna de sangre; la luna llena llegaría unos escasos días después de ese evento sobrenatural y estaban arreglando algunas relacionadas al enlace.

El híbrido vio a Erik esperándolo en la barrera de protección. El campo de energía se abrió a voluntad y entró en él. El rubio alfa miró lo que había conseguido y apremió satisfecho.

—Buena caza —Había atrapado un par de grandes aves y un gran animal.

—¿Cómo van las cosas? —Preguntó mientras caminaba junto a su mejor amigo. Tenía en cuenta lo feliz que estaba con su compromiso, fue una lucha muy grande con Sara para que ésta lo perdonara por las estupideces que había dicho, pero después de muchos esfuerzos y trabajo duro, logró su objetivo, y tiempo después se animó a pedirle matrimonio. Mitchell no estuvo muy feliz de no ser considerado pieza fundamental para la solicitud de unión, así que, luego fue otra pelea para ganar su perdón.

—Todo va muy bien, estamos a la espera del día del enlace. La luna llena llegará después de la luna de sangre, así que es una buena señal. Seremos bendecidos con la boda post luna sangrienta —Erik se veía lleno de alegría. Su vida había tomado un rumbo en línea recta y todo estaba super bien.

—¿Y qué ha pasado con Gael y Arturth? —Tenía curiosidad, él ni había visto al hombre más de siete veces en todos esos meses, y hasta donde sabía, August no lo había visto ni una sola vez, lo mismo con su aparente compañero.

—Pues como sabes, se mudó de casa al día siguiente de la muerte de tu abuelo y ya prácticamente ni lo vemos. Papá fue a hablar con él un par de veces, pero no fue bien recibido. Al parecer mi tío anda enfocado en su trabajo en la manada y ya. Va de su trabajo a su nuevo hogar y eso es todo lo que hace. Ahora como vive con ese tipo, ni siquiera yo siendo el alfa lo veo tanto —Estaban llegando a la casa de carne de Sara, el híbrido de ojos grises tenía muchas ganas de ir a ver al brujo, sin embargo, tenía claro que podría hacerlo al terminar sus obligaciones, y entre más rápido lo hiciera, más tiempo tendría para ambos.

—Entiendo, bueno, a todos nos ha sentado bien su exclusión —No sentía culpa o algo similar en esas palabras, era la absoluta verdad. El alejamiento de Gael fue como purificar a una plaga, todo comenzó a cambiar rápidamente con eso.

Incluso el trato que la manada tenía con él tuvo un cambio drástico. Ahora todos eran más sociables y amigables, había respeto en las relaciones que se entablaban con él.

—Lo sé, incluso en casa se puede notar eso... Lorent y papá han ido avanzando poco a poco en su relación de padre e hijo —El alfa de ojos azules se veía algo contrariado por eso y el lobo pelinegro sabía el porqué. Lorent y él no habían recuperado su hermandad.

Había una especie de gran muralla que les impedía a esos dos poder hablar de sus diferencias y conflictos. Era obvio el motivo del porqué el más joven de los Keller no lo hacía, las heridas que su hermano mayor había dejado en él eran demasiado profundas como para poder sanar u olvidarlas fácilmente, fueron muchos años de agresión de su parte, y en la otra cara de la moneda, no sabían cuál era el o los motivos que habían cambiado totalmente la actitud de Lorent para con Erik. Había muchos misterios e hilos entretejidos ahí para poder resolverlo con una plática entre ambos.

Ninguno de los dos estaba listo para hablar, y sólo el destino podría saber cuándo y cómo pasaría aquello.

Entraron al lugar de trabajo de Sara y el mayor dejó los resultados de su cacería en una mesa. La loba los miró a ambos y cruzó los brazos.

August: Heredero © |Libro 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora