Imagina que Tom Riddle jamás hubiera existido, que Colagusano no hubiera sido un merodeador. Y que Sirius y Remus hubieran estado felizmente casados.
La pareja Black-Lupin deseaba tener un pequeño o pequeña cachorr@ que correteara por la casa y que...
Cuando Lily despertó a la mañana siguiente, no esperó encontrarse con su pelo teñido de un color verde fluorescente que, incluso brillaba en la oscuridad.
-¡¡AAAAAH!! -aquella fue su primera reacción al verse al espejo. Y más tarde, fue esta... -. ¡FRED Y GEORGE WEASLEY! ¡VÁIS A MORIR HOY MISMO!
Despertó a Hermione, la cual la miró con los ojos abiertos antes de taparse con las sábanas para no reírse. Era tan divertido ver su pelo brillar.
-Tranquila, Lils... Seguro que McGonagall...
-Voy a matarlos. Juro por los calzones de Merlín que...
-Oye, cálmate. No deberías hablar así...
-Ahora vuelvo. Ve llamando a Poppy, que va a tener unos pacientes esta mañana -apretó sus puños y salió del ala de las chicas hasta los dormitorios de los chicos, abriendo la puerta en la que los gemelos y Lee Jordan dormían plácidamente-. ¡VOSOTROS! ¡ASQUEROSAS CUCARACHAS! ¿¡SABÉIS LO MUCHO QUE CUESTA MANTENER ESTE PELO TAN LIMPIO Y PELIRROJO!?
Bien, Lily estaba extremadamente enfadada, tanto que ni si quiera había pensado en que... los Weasley eran pelirrojos... Y por lo que ella sabía, no tenían ninguna clase de parásito en el pelo... por ahora.
Necesitaba calmarse, pero era muy difícil cuando sentía el reflejo de su pelo verde reflejarse en su piel, pijama y... en una buena parte de la habitación.
-¿Queréis explicarme por qué parezco una maldita luciérnaga? -dijo, algo más calmada.
Los gemelos estaban demasiado asustados como para responder. A pesar de su despeinado pelo, la fina capa de baba en la comisura de sus labios y sus ojos entrecerrados al ser recientemente despertados, ambos sabían que no iban a salir bien parados. Sobre todo porque, cuando Lily se calmaba de golpe, era una enorme señal de que las cosas no iban a salir bien para ellos.
-Nosotros... lo sentimos, pelirroja...
-Es solo que...
Lily cortó a George con una mala mirada.
-¿Sabéis? No pasa nada, no voy a decirle nada ni a McGonagall... Ni a ningún profesor -dijo, sonriendo mínimamente-. Haré algo peor.
-No puede haber nada peor -dijo más aliviado Fred, recostándose en su cama-. Adelante, enana. Haz lo que quieras.
-Bien, le escribiré ahora mismo una carta a vuestra madre -dijo sonriendo.
Parpadearon, asustados.
-¿¡Qué!?
Mientras tanto, Lee los mandó callar y siguió durmiendo.
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Pandora buscaba por todos lados a su mejor amiga, dispuesta a hablar con ella para enseñarle el nuevo amuleto que le había regalado su hermana para ahuyentar a los nargles cuando encontró a su otro mejor amigo, Tom, el cual hacía levitar su guitarra por los pasillos, buscando también a la pelirroja.
-¿Has visto a Lily? -preguntaron a la vez, provocando que estos rieran-. No.
