Imagina que Tom Riddle jamás hubiera existido, que Colagusano no hubiera sido un merodeador. Y que Sirius y Remus hubieran estado felizmente casados.
La pareja Black-Lupin deseaba tener un pequeño o pequeña cachorr@ que correteara por la casa y que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lily esperaba sentada en el salón de su casa a que Snape viniera para que Harry, James y Sirius se disculparan. Su tía la abrazaba de lado, aprovecharía ese momento para intentar arreglar la amistad que tenía con Severus.
Si hace una semana a James le hubieran dicho que se disculparía con Severus se hubiera reído como un loco, pero en esos momentos estaba dando vueltas en el salón de su mejor amigo para disculparse con aquel hombre.
Sirius estaba dando vueltas al rededor de Harry en su forma animaga, mientras que el chico de gafas cambiaba de postura a cada rato debido a su nerviosismo.
Sonó el timbre, la Lily pequeña se levantó para abrirle a su profesor de pociones algo avergonzada por el comportamiento del otro día de su familia.
-Sev...Profesor -Lily decidió seguir llamándolo así por si las moscas-. Pase, por favor.
Snape cruzó la puerta ondeando su capa negra y se plantó en medio del salón con los brazos cruzados. Lily Potter se acercó a Severus y lo abrazó, tomándole por sorpresa a todos.
-Me gustaría que todo volviera a ser como antes. ¿Crees que podría ser posible? -Snape asintió curvando ligeramente sus labios hacia arriba.
Sirius, quién se había vuelto a transformar en humano al sonar el timbre, se acercó a Snape y le tendió la mano.
-Perdón... No volverá a ocurrir.
-Te tienen que importar mucho para que hagas esto, Black -Snape miraba la mano de Sirius, disfrutaba viéndole perder su orgullo de esa forma-. Espero que no vuelva a suceder.
-No pasará, Snape.
Él profesor de Hogwarts le aceptó la mano al animago y las mantuvieron unidas durante unos segundos.
Después de Sirius, Harry se disculpó con Snape algo nervioso. Aún así, Severus tenía claro que le quitaría unos puntos más a Potter durante un tiempo.
James, era el último que quedaba por disculparse y al que más le costaba hacerlo. Su mujer le dio unas palmaditas en el hombro y su ahijada le dio una mirada de ánimo. Él suspiró y se acercó a pasos lentos hacia el hombre de la capa negra.
-Yo... Perdón, Snape. Intentaré que no vuelva a suceder -los presentes pudieron notar la tensión que había entre aquellos dos. La pelirroja adulta cruzaba los dedos detrás de ella porque aquello no fuera un desastre. '
-La próxima vez no te resultará tan sencillo, Potter.
Se dieron la mano dos segundos y las separaron rápidamente.
-Ahora que habéis hecho las paces... ¿Sev, quieres quedarte a comer?
Los que recientemente se habían disculpado con Snape miraron algo molestos a la Lily adulta.
