Re: Zero 『Ser un candidato real en un mundo diferente』

Capitulo 9: Olor que refleja miedo

Subaru, Emilia y Reinhard habían llegado a la aldea de Arlam. Al llegar, Subaru y Emilia fueron recibidos por agradecimientos por parte de los aldeanos, lo cual, ambos negaban con todas sus fuerzas y rechazaban sus elogios, mientras Reinhard solo sonría a un costado. Por supuesto Reinhard no fue la excepción; recibiendo reverencias por parte de todos los reunidos.

Aun así, los aldeanos sentían que les debían mucho a ambos, así que les propusieron que podían pedir cualquier cosa de ellos. Subaru en ese momento vio una oportunidad y les pidió hacer radio calistenia con todos, a lo que los aldeanos se encontraban contentos de hacerlas.

"¡Bien, a hora por último, griten un gran VICTORY!"

Quien exclamo eso fue el chico con mirada atemorizante. Después de haber dicho eso, se escuchó un gran grito por parte de todas las personas reunidas. Eran los aldeanos que habían gritado con gran entusiasmo.

"Uuuuf, No hay nada mejor que hacer radio calistenia para calentar el cuerpo. ¿No lo crees, Emilia-tan?"

Habiendo tomado una gran bocado de aire, Subaru cerro y abrió la palma de su mano. Luego las últimas palabras se las habia dirigido a la sudorosa semi-elfa que tenía a su lado derecho.
Aunque Emilia habia hecho radio calistenia antes con su futuro esposo, su delgado y excepcional cuerpo aun no estaba del todo acostumbrado a los exóticos movimientos. Tomando un momento para poder estabilizar su agitada respiración, Emilia paso su mano derecha por su frente y dijo:

"Debo decir que es muy adictivo hacer estos tipo de movimientos". Después de decir eso ambos se sueltan una ligera sonrisa y se toman de la mano. Aunque ambos e encontraban un poco avergonzados por el contacto físico que habían adquirido recientemente, no lo odiaban por alguna razón. A decir verdad, les gustaba sentir la calidez del otro. Pero ignorando eso, ambos saludaron a los aldeanos y se dirigieron a donde estaba Reinhard, el cual, se encontraba hablando con los niños.

"Oiga señor, ¿podría mostrarnos su espada?" Pregunto un niño con una bufanda. Su nombre era Lucas

Reinhard poso la palma de su mano en el pomo de su espada.

"Lo siento, pero esta espada no será revelada ante aquel que no sienta que es digno de ella".

"Eeeeeeeeeh" exclamaron todos los niños en protesta de no poder ver la espada del caballero más fuerte.

"¿Escuche bien? ¿Esa espada no saldrá de su vaina a no ser que considere a su objetivo digno?"

Se pudo escuchar una voz aproximándose. Reinhard y los niños ladearon su cabeza hacia la dirección de donde venia la voz. Se trataba de Subaru y Emilia caminado a su dirección.

"Subaru-s- ...Subaru" Reinhard hizo una reverencia. Subaru rápidamente agitó sus manos.

"Reinhard, ya hemos hablado de esto" Se rasca la parte posterior de su cabeza "En cualquier caso, ¿es cierto lo que dijiste?"

"Así como lo escuchaste... Subaru" Dijo sosteniendo la vaina. "Mi espada se negará a salir, a no ser que el enemigo sea digno de ella". Declaro.

"... ¿Me permites sostenerla un momento?" Preguntó un poco dudoso de las palabras de Reinhard.

Al instante, Reinhard asintió, soltó la espada de su cintura y estiro su brazo en dirección a Subaru.

Al momento de sostener la espada en sus propias manos, Subaru se quedó observándola con mucha atención.

La vaina estaba compuesta mayormente de colores dorados haciendo compañía de un blanco puro. El mango también estaba bañado de un color dorado brillante, y rayas negras en forma de espiral que le hacían compañía. Subaru posiciono la espada de tal forma que le fuera "fácil" poder sacarla. Y al momento de tirara de la empuñadura... la espada no cedió.