Capitulo Extra: Expedición en el bosque

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La mansión en dónde residía el marqués Roswaal L. Mather, al igual que sus extensos dominios, se encontraba rodeada de un bosque corpulento, dónde violentas bestias-demonios creadas por la bruja habitaban a montones.

Afortunadamente la residencia del marqués se encontraba resguardada por cierto hechizo de una niña de rizos dorados que pasaba mayoría tiempo de su estancia leyendo en algún lugar lejano a este plano.

Lo mismo sucedía con la aldea Irlam. Un pueblo que se encontraba cuesta abajo de la mansión de marqués, exceptuando que estos en vez de contar con un hechizo, le debían su protección a piedras mágicas que los resguardaban del peligro exterior.

Aún y con todo esto, ocasionalmente se debía hacer un exterminio de las bestias que rodean los dominios Mathers, así evitando que se vuelvan una amenaza a futuro. Quien se encarga de este trabajo es el mismo señor feudal, así cumpliendo con sus deberes.

Sin embargo, en esta ocasión...

"¡R-Reinhard, uno! ¡Uno viene detrás de mí!"

"---£"

Acompañando a ese grito histérico, una rugido lo acompañó.

Un joven corría a toda velocidad, evitando mirar atras a toda costa. Sudor recorría su cuerpo, haciendo inclusive que su cabello se hunedeciera. Sus dientes estaban apretados, dejando salir constantes chasquidos acompañados de su respiración agitada. Mientras, la criatura que se asemejaba a un perro, con los ojos carmesí y espuma saliendo de sus boca llena de colmillos blancos, lo perseguía de saltos en saltos. Justo cuando sus colmillos se acercaban a su espalda-

"¡Ahora, Subaru!"

Esa voz lo llamó desde enfrenté. No se detuvo a divisar a quien le pertenecía, en cambio, se tiró al suelo como una piedra y se agarró la cabeza para protegerse de algún impacto secundario.

Al momento siguiente, la bestia de piel carmesí y orbes rojos, fue partida en dos.

"--"

Sucedió tan rápido, que la bestia ni siquiera se enteró cuando si vida había llegado a su final. Sus fluidos y órganos salpicaron el lugar. Órganos aplastados y sangre se plasmaron en el suelo tierroso.

Colocandose de pie y sacudiéndose el polvo que se acumuló en su vestimenta debido a su caída, Subaru dejó salir un suspiro, aliviado.

"Parece que en verdad no les agradas para nada, ¿cierto?"

"Es algo que aún no logro entender del todo, ¿sabes? No es culpa mía, maldición".

Se encogió de hombros al comentar eso y se cruzó de brazos, desviando los ojos. El hombre que se acercó a él y le había dicho lo anterior tenía un cabello rojo llameante, vistiendo un uniforme blanco y equipado con una espada enfundada en su vaina que colgaba de su cintura.

"En ese caso, tal vez si te quedas junto a mí ellos vendrán y podré acabarlos sin que pongas tu vida en riesgo".

"¿Y dónde quedaría la diversión al hacer eso?" sonrió y chasqueo los dedos. "¿No hubiera sido más fácil traer a Meili con nosotros?"

"Ella dijo que no quería ver cómo sus amigos eran despedazados cruelmente. La puedo llegar a entender, un poco". Dijo Reinhard, mirando a sus alrededores precavidamente.

Subaru se rasco las sien, "Bueno, esa parte tiene razón. Sería triste si le comentamos que los asesinamos a todos y ella dijera que algunos de ellos resultó ser su mejor amigo".

"¿Pensándolo así es algo triste no lo crees?" Miró a Subaru.

"Sí. Quiero decir, imagínate que me partieras por la mitad, ¿cómo reaccionaría Emilia-tan y el resto? Lo más probable es que te terminen odiando, aunque quién sabe".

Re: Zero 『Ser un candidato real en un mundo diferente』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora