Capitulo 22: La Mansion de la Duquesa

1.4K 122 59
                                    

La selección Real había empezado oficialmente, y era de sentido común que el reglamento oficial se divulgase inmediatamente. Pero en lugar de ello, los Sabios se retiraron a deliberar, aconsejando que no se tomase ninguna decisión apresurada que llevase a resultados irreversibles.

Con el Consejo deliberando, los asistentes a la ceremonia fueron conducidos hasta la sala de banquetes, donde se había dispuesto todo lo necesario para que nobles y caballeros pudieran socializar con los Candidatos Reales.

Para Subaru y Emilia el lugar no les podía ser más ajeno, pese a que se habían acostumbrado a la vida privilegiada que tenían en la mansión Roswaal.

Por supuesto, en el dominio del Marqués era raro ver pasearse de un lado a otro a hombres de alta cuna. Presentándose de las formas más refinadas y pintorescas, como "los herederos de un noble notable" o "los señores de un gran territorio". Todo ese espectáculo contorneado por delicadas molduras en las perladas paredes, suelos de mármol y candelabros de piedras mágicas que harían ver como mendigos a las tiendas dedicadas a los artículos de lujo.

La opulencia predominaba a donde quiera que la pareja mirase, asiéndolos sentir tan fuera de lugar que eran incapaces de probar bocado, sin importar que tan apetitosos se vieran los platillos de la clase alta. Solo se quedaron de pie en medio del gran salón, atendiendo amablemente a los aristócratas que se les acercaban. Nadie los hubiera cuestionado por sentarse en algunos de los sofás de terciopelo hasta la conclusión de la velada, pero esa idea no se les pasó por la cabeza en medio de todo aquello.

— Es alentador saber que el Dragón eligió a un hombre de gran espíritu, como uno de los cinco Candidatos Reales. Subaru-sama permítame el atrevimiento de prometer el apoyo de mi familia hacia usted y su Casa.

— Gra... Se lo agradezco. Haré todo lo que este en mi mano para que usted y su Casa no se arrepienta de su decisión.

— Supongo que, ser hombre sí que tiene sus ventajas.

Era la cuarta vez que un noble se acercaba a ellos, e intercambiaba zalameros saludos y promesas con Subaru. Aquella forma de expresarse, que parecía dirigida a una persona de mayor estatus que el que realmente poseía el chico, lo hizo flaquear en sus palabras en más de una ocasión. De cierta manera, había sido más fácil la ceremonia previa que esta situación. Al menos antes podía ocultar con mayor facilidad su notable falta de experiencia en la etiqueta aristocrática. Esta vez definitivamente había algo diferente.

— ¿Ya terminaste?

Emilia, con las manos en la espalda, se acercó a Subaru de la misma manera que haría una niña pequeña, que intenta disimular que se estaba escondiendo durante la visita familiar. Entrelazó su brazo con el de su esposo como si solo se hubiera desprendido un segundo.

— Sí. Aunque no veo la necesidad de que te alejes. Quiero decir, se supone que somos un equipo, ¿no?

En cada una de las ocasiones que un noble se acercaba a la pareja, Emilia hábilmente se alejaba sin que Subaru se diera cuenta.

— Si estuviera, en primer lugar, ni se acercarían a ti.

— Pero si estuvieras a mi lado no me pondría tan nervioso. Suerte que practiqué con Reinhard antes de venir aquí... Cielos, necesito mi recarga de EMT...

A pesar de haber contado con un mes de preparación antes de la ceremonia de inicio de la Selección Real, Subaru no logró aprenderse todos y cada uno de los modismos y costumbres de la alta nobleza. Muchas veces solo manteniendo la compostura gracias al delicado toque de Emilia.

— Siento que mis palabras flaquearon en el discurso.

La semi-elfa se rio ligeramente por las tonterías de su esposo, podría tener problemas con este ambiente o a veces restringirse un poco, pero de lo que si estaba segura era de cuanto la amaba y su afecto desmedido que, normalmente salía a la luz sin importar el lugar.

Re: Zero 『Ser un candidato real en un mundo diferente』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora