Re: Zero 『Ser un candidato real en un mundo diferente』

Intermedio: Los primeros minutos

La Selección Real había iniciado oficialmente, pero aunque eran tan solo los primeros minutos, de tres años arduos de dura competencia por el trono. La nobleza se movía ansiosa buscando posicionarse con cualquier candidato prometedor, e incluso reuniendo apoyos de otros aristócratas para su facción.

Una situación que cualquiera podría prever, pero en sí, desde que Leip dejó de formar parte de la ecuación, la aristocracia se encontraba pésimamente informada sobre las decisiones del Consejo de Sabios. Incluso el reglamento previsto para la Selección Real, solo lo habían podido ojear los caballeros de antemano. Dada la actitud obstinadamente recta del Cuerpo de Caballeros Reales, era imposible que algo se filtrase de sus labios.

Al cabo de dos días se repartieron las misivas, con las respectivas reglas de la Selección Real. Decir que, fue una sorpresa lo que leyeron, se quedaría corto.

Artículo 1: La Selección Real tendrá una duración de 3 años, desde la presente fecha hasta las elecciones que designarán al: 42° Rey del Reino Amigo del Dragón de Lugunica.

Artículo 2: Se concede el derecho a votar, por el candidato de su preferencia, a todos los ciudadanos sin importar su estatus social, económico o racial.

Artículo 3: La violencia entre campañas y facciones queda estrictamente prohibida, bajo pena de arresto o la pena pertinente a la gravedad del hecho.

Artículo 4: El matrimonio estratégico con los candidatos queda prohibido hasta la culminación de la Selección Real, con el fin de que los mismos, prioricen el bien del Reino por encima de intereses particulares. No obstante, se permite la concertación de compromisos matrimoniales, que no deben consumarse o formalizarse durante el lapso de restricción.  

Artículo 5: Los Candidatos Reales, podrán proporcionar inmunidad legal. Siempre y cuando, la persona que reciba su gracia, no infrinja el reglamento de la Selección Real. La excepción se extiende a las leyes que mantienen la integridad de las relaciones diplomáticas con las naciones vecinas.

Artículo 6: Se divulgará públicamente los logros e información relativa a los candidatos, con el fin de que los votantes puedan elegir adecuadamente.

…
Esto era un desastre para ellos, tendrían que replantear todas sus estrategias, e intentar convencer, a sus respectivos siervos, de votar por el candidato que ellos decidieron apoyar. Pero sin importar lo que ideasen, el margen de fallo era demasiado grande, si se descuidaban era casi seguro que no conseguirían nada. Lo mejor que podrían hacer, seria apoyar al candidato que más puntos pudiera tener entre la población.

Al menos hasta ese punto, las estrategias de los nobles eran bastante simples, pero al leer la regla al final de la página… todo cambió.

Artículo 7: Se admite los compromisos matrimoniales, uniones matrimoniales y su consumación o formalización durante la Selección Real, conforme a lo que dicta la legislación actual, y la salvedad que proporciona el presente artículo en relación con la restricción anterior.

El último punto, tan mal ubicado y descaradamente contradictorio con el artículo 4, claramente era un añadido de Miklotov. Quien se había quedado maravillado por las propuestas de los Natsuki. Como el mismo dijo: “se nota que son un matrimonio que trabajan arduamente por el bien del país”. Con ese comentario, no se necesitaba ser muy agudo de mente para darse cuenta de lo que pretendía el Sabio.

Tampoco era necesario revisar los demás folios que, cargados de jurisprudencia y sabiduría, no daban espacio a interpretaciones alternas de las reglas, o dudas de los procedimientos que se aplicarían.

Subaru y Emilia Natsuki habían sembrado un precedente problemático durante su presentación, la idea de que dos candidatos unidos por matrimonio, trabajarían juntos como uno por el bien de la nación. Dejando atrás las rivalidades personales, las propuestas se combinan en una que garantizará el mejor de los resultados.

Dado que la legislación de Lugunica, en cuanto al matrimonio, contemplaba la poligamia. No era descabellado pensar que Miklotov, redactó ese artículo con el fin de reducir el número de candidatas rivales. Tal vez pensó que, al permitir tal opción, eventualmente las candidatas se unirían matrimonialmente a la pareja, que tan diligentemente trabajaba por el bien del Reino. 

Con esa lógica, los nobles decidieron que darían su apoyo, no solo a los candidatos más prometedores, o de los que se estuviera seguro que tendrían gran aceptación popular, sino que también tomarían en cuenta, a los que tuvieran propuestas compatibles con los Natsuki, la razón de que se agregara el artículo 7.

Así, apenas inició la Selección Real, la nobleza se lanzó a librar su propia lucha por el trono. Una que, supuestamente les aseguraría, excelentes puestos en el futuro reinado.