El viernes de la siguiente semana fui a la escuela, tenía que presentarme al final de matemáticas y al de educación física.
Durante el examen de Educación Física sentí como se me revolvió el estómago, ya estaba por terminar, así que me acerqué al profesor y le pedí permiso para ir al baño
– Si se va ahora pasa con 8 ¿Lo toma o lo deja? – pregunta el profesor viendo a mis compañeros, voy a responder cuando siento arcadas y el profesor se da cuenta – Avise que es urgente, váyase, luego hablamos
– Gracias – es lo único que digo antes de salir corriendo camino al baño para vomitar.
Juno
Veo a Aramis salir corriendo del exámen de Educación Física cuando está por terminar la clase, no le tomo importancia y sigo con los ejercicios.
Cuando la clase acaba el profe nos da nuestras calificaciones y todos nos vamos yendo, sin embargo me regreso con el profesor
– Disculpe profesor – digo llamando su atención – ¿Me podría dar la calificación de mi compañero Aramis Saavedra? No está aquí y quería dársela
– Quedé de hablar con él después – responde el profesor y yo asiento
– Comprendo – respondo – Gracias
Me alejo y entro al edificio más cercano, voy vagando por los pasillos cuando escucho como si alguien se estuviera ahogando, me encamino por el pasillo y veo en la intersección con otro pasillo a un chico, me acerco más y veo que está metiendo sus dedos en su boca y vomitando en el bote de basura, cuando llego a la esquina distingo a Aramis.
Este empieza a toser y se sostiene del borde del bote para volver a respirar, me aclaro la garganta y él voltea preocupado, al verme, abre los ojos con nerviosismo y se pega a la pared
– Juno – dice preocupado mirándome
– ¿Qué estás haciendo? – pregunto con un poco de molestia
– Yo... yo – responde tartamudeando lo veo temblar nervioso y me acerco lentamente a él
– Aramis, mírame – ordeno y él levanta la vista lentamente – ¿Tienes anorexia? – pregunto y él se muerde el labio inferior y aparta la mirada
– ¿Podemos hablar en otro lado? – pregunta con una mueca y yo asiento
Caminamos por los pasillos hasta llegar a un salón vacío en el últimos piso del edificio, Aramis entra y deja la puerta abierta para que pase, entro y nos sentamos en dos bancas una al lado de la otra.
Yo me siento y lo miro, Aramis lleva su mochila en la espalda y lo veo que empieza a buscar algo, saca un folder amarillo de esta
– Prométeme que no le dirás a nadie – pide con una sonrisa triste
– Lo prometo – digo y me extiende el folder
Lo abro lentamente y encuentro dentro tres expedientes médicos; uno con el diagnóstico de ansiedad con hipofrenia, el otro con anorexia nerviosa y el último con una enfermedad cardíaca.
Alzo la vista y giro mi cabeza hacia Aramis, él tiene la cabeza volteada hacia la ventana y abraza sus piernas con sus brazos
– Oh, Aramis – digo y me levanto para abrazarlo, él me regresa el abrazo y derrama algunas lágrimas en mi hombro
Nos quedamos abrazados un pequeño rato y luego nos separamos, él se seca las lágrimas de los ojos y me mira, le doy una pequeña sonrisa y le devuelvo su expediente, el cual guarda en su mochila
– Deberías decirle a Edvard – digo y él me mira decepcionado mientras niega
– No – responde
– Él mejor que nadie sabe lo que es un diagnóstico y no querer que te tengan lástima – digo y él me mira confundido
– ¿Por qué? – pregunta
Entonces me acerco a él y le cuento algo que ha sido secreto entre la familia por mucho tiempo, algo por lo que seguramente Edvard me matará cuando se entere, pero quiero que entienda
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¿Cuál será el secreto de Edvard? 😬
Maratón 1/3
Espero les guste
Atte: Ale Bautista
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La chica de los libros
Teen FictionPrimera parte de la bilogía "Letras" Hola, mi nombre es Aramis, sí, como el mosquetero. Estudio en una Universidad algo alejada de mi casa, por lo cual debo de tomar un tren para ir, en los andenes descubrí a alguien que cambiaría mi forma de ver el...