Otra vez

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El viernes voy saliendo apenas de mi última clase cuando alguien se me acerca corriendo y me sostiene por los hombros

— ¡Aramis, Aramis! — grita Auguste antes de llegar

— ¿Qué pasa? — pregunto confundido, Auguste se ve más alterado que de costumbre, y evidentemente lo está ya que no puede hilar una frase completa

— Es que... mira... bueno... — y así seguimos

— ¡Auguste! — grito ocasionando que se calle — Cálmate, respira y dime que pasa 

— ¡Es que necesito hacerlo rápido! — replica alterado

— ¡Aramis, Auguste! — grita Khaled llegando

— Khaled, explícame que pasa por favor — pido cunado lo veo llegar igual de alterado 

— ¿No le has dicho? — pregunta Khaled incrédulo 

— ¡No puedo ni hablar! — replica Auguste

— ¿Chicos? — pregunto haciendo que ambos volteen

— Okey, al punto — dice Khaled — ¿Has visto a Edvard? 

— ¿No había dicho Juno que estaba enfermo? — pregunto incrédulo

— Pues nosotros también teníamos esa versión pero hace rato Juno nos preguntó por él porque vino hoy, pero no lo hemos visto en todo el día y no le contesta el teléfono a nadie — responde, mientras avanza su explicación más se altera

— Lo vi en la mañana en los pasillos — respondo recordando — Pero no volví a topar con él

— Otra vez — responden ambos

— ¿Qué? — pregunto confundido 

— Ahorita te explicamos — responde Khaled y me toma por la muñeca — Ahora ven rápido — dice y me jala

En el estacionamiento está Juno, al ver a Khaled y Auguste solo hace una mueca y se sube al carro de Auguste al igual que todos nosotros, Auguste prende el auto y arranca para irnos

— ¿Ahora si me explican? — pregunto confundido

— Juno —  responden Khaled y Auguste, Juno gira la cabeza hacia mi y me explica

— Cuando Edvard se llega a poner mal, normalmente está así unos días y luego se pone como si nada hubiera pasado — dice y yo asiento para que continue — Pero hay ocasiones en las que simplemente se desaparece, y no habría problema si fuera un día, una vez se desapareció la semana completa

Yo asiento analizando todo lo que pasó y hago una mueca — ¿Y dónde lo buscamos? — pregunto

— Ese es el problema — responde Auguste — No hay un lugar específico para buscarlo

— La última vez lo encontramos vagando por la glorieta de la casa de Auguste — responde Khaled — Pero lo hemos encontrado en muchos lugares distintos

Hago una mueca y empiezo a pensar mientras el carro sigue avanzando y todos se concentran en algo diferente.

— Oigan, ¿a Edvard no le gusta el agua? — pregunto a modo de idea

— Sí, lo tranquiliza — responde Khaled confundido y luego entiende — Oh, Auguste frena

Auguste se orilla y detiene el carro para luego voltear hacia nosotros

— ¿Qué lugares con agua conocen por aquí? — pregunta Khaled

— Cerca de mi casa hay una fuente — responde Auguste

La chica de los librosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora