La primera vez

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Estoy revisando los correos de mi computadora aprovechando todo el tiempo libre que tengo, pero cuando ya borré 2000 correos y todavía me falta borrar otros 7000 decido que es un buen momento para hacer otra cosa.

Pienso en qué hacer y encuentro bajo mi cama una caja con los juguetes que usaba cuando era niño, la abro y saco mis carritos para ponerme a jugar en la alfombra.

De pronto, la puerta se abre y alzo la vista, mi hermana me mira divertida desde el marco de la puerta, yo le sonrío y sigo jugando.

-Tú no piensas madurar, ¿verdad? - pregunta risueña

- ¿Para qué? - respondo alzando la vista - Lo primero que madura es lo primero que se pudre

Nadia suelta una risa y niega con la cabeza, se acerca a mí lentamente y me alborota el cabello

- Ya me voy hermanito, cuídate - dice dejando un beso en mi coronilla

- Gracias Nani - le respondo y ella sonríe

Nadia sale de mi cuarto cerrando la puerta tras de si, sigo jugando mientras la escucho abrir la puerta de casa y salir por esta, algunos segundos después escucho que esta vuelve a abrirse, supongo que debe haber olvidado algo, pero no esperaba lo siguiente.

- Hola - escucho y levanto la vista hacia la puerta

—Liesel - hablo sorprendido al verla y por reflejo lanzo mis carritos debajo de la cama y me levanto, ella suelta una risita y da un paso adelante.

Ante ambas acciones puedo ver su vestimenta y me pongo nervioso inmediatamente, lleva puesto únicamente una falda corta de color rojo y un crop top de tirantes color blanco con algunas flores rosas, verla así es para mi, ver más anatomía femenina de lo que había visto en toda mi vida; mi madre y mi hermana eran muy privadas respecto a eso conmigo

- Te veías muy tierno jugando con carritos - habla Liesel, yo aparto la vista algo cohibido por todo esto

- Gracias - respondo en un murmuro - ¿Cómo entraste? - pregunto regresando la vista a su cara

- Tu hermana me abrió la puerta, solo le dije que era una amiga tuya - explica y yo asiento - La cara de burla que hizo fue todo un poema

Me tapo la cara con las manos y siento como el color sube poco a poco, Liesel suelta una risita y yo... la verdad siento que estoy a punto de morir, entre la vergüenza que seguramente pasaré con mi hermana en unas horas, la que acabo de pasar y la que estoy pasando teniendo a mi novia tan cerca vestida así, no estoy seguro de cómo no me ha dado un paro cardiaco.

De pronto siento calor cerca de mi y abro los ojos, Liesel está aparada a milímetros de mi cuerpo, por puro instinto me alejo pero ella me sostiene por la muñeca, manteniendo la misma distancia, se para en sus puntas y frota su nariz con la mía

- ¿No me vas a saludar? - pregunta coqueta acercando y alejando su boca a la mía

- Hola - murmuro algo atolondrado con los ojos cerrados por la sensación

Escucho una pequeña risa de su parte, acto seguido siento como sus labios impactan contra los míos con tal fuerza que caigo sentado en la orilla de mi cama, pongo mis manos a mis costados para evitar caer más fuerte, Stella enreda sus manos en mi cuello y coloca sus piernas abiertas a un lado de las mías

- Hola - saluda sentándose en mis muslos y bajándose los lentes

- ¿A qué viniste? - pregunto a media sonrisa, esta posición, esa coquetería, esa ropa, algo me dice que esto no es una visita cualquiera

- ¿Qué no puedo visitar a mi novio? - pregunta sonriente levantando y bajando su cadera, generando fricción en una zona... algo sensible.

- Esto no parece una visita normal - respondo, ella sonríe y se levanta los lentes para volver a besarme

Durante el beso levanto mis manos a la piel desnuda de su cintura, así mismo, ella empieza a repetir los movimientos de hace rato sacándome un pequeño jadeo, Liesel suelta una risita y yo bajo la cabeza a su cuello sonrojado.

Liesel aprovecha ese gesto y empieza a dejar pequeños besos en mi cuello que poco a poco van ganando profundidad y se mezclan con algunos pequeños mordiscos, suelto jadeos y suspiros débiles con sus acciones, poco a poco empieza a moverse también contra mi cadera.

—Liesel - jadeo apretando el agarre en su cintura y separándola un poco

- ¿Qué pasa? - pregunta coqueta moviendo sus besos a mis pómulos

- Basta, por favor - pido en un murmullo, esto está subiendo de tono muy rápido

- ¿No te gusta? - pregunta parpadeando rápidamente

- Sí - murmuro apenado

- ¿Entonces qué pasa? - pregunta volviendo a frotarse un poco contra mi -¿No quieres hacerlo?

- Temo desilusionarte si te digo que no - respondo mordiendo el interior de mi mejilla - Pero temo más decepcionarte si te digo que sí

- Por mi no te detengas, dime lo que quieras - responde ella, yo meto mi boca en su cuello para dejar unos pocos besos

- Sí quiero - respondo y la escucho soltar una risa mientras vuelve a lo que hacía antes.

. . .

Estoy acostado con mi nariz en el cuello de Liesel mientras la abrazo y ella acaricia suavemente mi cabello, nos quedamos así por un rato y de pronto ella se mueve suavemente así que me hago a un lado y ella se sienta en mis muslos, dejando que yo me siente para quedar a su altura.

- ¿Te puedo preguntar algo? - pide bajando la vista a mi abdomen, no sé si estoy listo para la conversación pero aún así asiento - ¿Qué es esto? - pregunta

Exhalo un suspiro de alivio y sonrío un poco bajando la mirada hacia esa cicatriz que surca mi pecho casi por completo.

- Una cicatriz de cirugía - respondo suavemente

- ¿Algo grave? - pregunta preocupada, quiero hacer una broma pero parece que no es el momento

- No realmente, una enfermedad - respondo sencillo

- Parecería de un transplante - murmura acariciando la cicatriz - ¿No fue así, verdad?

- No, descuida - respondo con una sonrisa - Lo que escuchas en mi pecho es nuestro corazón

Ella sonríe y se lanza a besarme con tal fuerza que hace que me recueste de nuevo en la cama, ambos reímos y ella me mira con una sonrisa coqueta, acto seguido, sus besos bajan a mi cuello sacándome unos cuantos gemidos.

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Uff; como que hace calor, ¿no?

Capítulo final en...
Maratón 1/4

Pd. Mi Wattpad enloqueció y está alterando el orden de los capítulos, así que mis disculpas de antemano si este capítulo sale muy atrás pero no me deja reordenarlo

Espero les guste
Atte: Ale Bautista

La chica de los librosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora