La tienda de música

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N/A: La persona que crea que este capítulo es "muy Boulevard de mi parte" puede saltárselo, pero no es mi pedo si no entienden ni madres de la historia después

El miércoles yo salgo antes que los chicos del club, pero normalmente los espero para despedirme, este día no sería la excepción de no ser por algo; o más bien, alguien.

Espero en la jardinera hasta que veo a Liesel salir del edificio de la escuela, me acerco lentamente a ella y le pongo una mano en el hombro; ella se sobresalta, pero al verme, sonríe

— Aramis, hola — saluda alegre

— Hola Liesel — respondo — Oye, ¿tienes algo que hacer ahorita?

— ¿Ahorita en este momento? — pregunta y yo asiento — Eh... no, ¿por qué?

— Quería enseñarte algo, ¿me acompañas? — pregunto con una pequeña sonrisa

— Bueno, pero rápido — responde y yo sonrío

— Gracias, ven — digo y la tomo de la mano para jalarla hacia afuera

La llevo corriendo por aproximadamente una cuadra hasta que llegamos a una avenida

— ¿A dónde vamos? — pregunta Liesel sonriendo

— Ya verás — respondo y veo pasar un camión — Corre — le digo y la jalo para que ambos nos colguemos de la parte trasera del camión

— ¡Aramis! — grita Liesel asustada — Esto es ilegal

— No lo es si no te atrapan — respondo y la tomo de la mano — Tranquila, estaremos bien

Nos bajamos algunas cuadras después, cruzamos la calle y llegamos a un local con grandes vitrinas de cristal y un letrero azul con letras doradas y delineado plateado.

— ¿El paseo de la música? — lee Liesel confundida

— En palabras del dueño, es como el paseo de la fama en Hollywood — explico — Solo llega lo mejor de la industria musical

— Genial, ¿y como sabes? — pregunta

— Vengo aquí muy seguido, este es mi lugar seguro — respondo y ella me mira con una sonrisa comprendiendo — Tú me llevaste al tuyo, así que supongo que es mi turno

La jalo con cuidado al interior de la tienda, esta tiene en las paredes miles de posters de discos y bandas, los pasillos están repletos de viniles y cassetes, los discos solo aparecen en los aparadores o directamente en la caja.

— Esto se ve muy vintage — comenta Liesel embobada

— Y no has visto la mejor parte — respondo y la jalo al último pasillo donde hay un montón de reproductores con auriculares

Liesel sonríe asombrada y sonriente, me alejo un momento a buscar tres de mis discos favoritos y regreso con ella

— Ven, mira — le digo jalándola hacia uno de los reproductores que tiene conectado un par de audífonos de diadema blancos con detalles rojos

Busco en la parte de abajo de la estantería y saco otros dos audífonos iguales, pero uno morado con detalles blancos y el otro azul con detalles rosas, se los enseño y ella señala los morados, guardo el otro par y conecto esos para luego ponérselos

— ¿Por qué no puedo usar los otros? — pregunta y yo la miro

— ¿Los quieres? — pregunto mordiéndome el labio

— Por favor — responde

— Claro —  digo y le quito los audífonos, cuando voy a ponerle los otro vuelvo a hablar — Respondiendo a tu pregunta... — giro los audífonos y le enseño la inscripción que traen en la diadema

— Aramis S. Oh — dice Liesel al leerlos — Son tuyos

— Este es MI lugar — respondo

— Entiendo — responde apenada — Quédatelos

— No, póntelos, me alegraría verte usándolos — respondo y se los pongo — ¿Conoces a Avril Lavigne?

— La chica que está muerta, ¿En serio? — pregunta incrédula y yo me ofendo en broma

— ¡No está muerta! — reclamo — ¿Evanescence?

— No — responde

— ¿My Chemical Romance? — vuelvo a preguntar

— ¿Quién escucha esa música de emos? — responde ella

— ¿Pues tú que escuchas? ¿Prince Michael? — reclamo incrédulo

— Algo así — responde ella

— Escucha esto y luego hablamos de tus malos gustos musicales — respondo y pongo el primer disco " Goodbye Lullaby"

En el tiempo que estuvimos en la tienda (lo cual fue como tres horas) la vi emocionarse con My Immortal de Evanescence, entrar en euforia con The Sharpest Lives de My Chemical Romance, calmarse con I love you de Avril y... bueno, pasar por prácticamente todos los estados de ánimo con cada canción

Salimos de la tienda tomados de la mano y yo la encamino a la parada del metro

— Tienes excelentes gustos Aramis — comenta ella

— Gracias, tú también tienes algunos gustos buenos — respondo, no conocía ni a Oasis ni a Eminem, debo reconocer que sus canciones no son tan malas como creía

Cuando voy a ayudarla a bajar por las escaleras del andén ella me suelta

— Me voy en taxi, ya se me hizo tarde — explica cuando volteo a verla confundido

— Oh, bueno, está bien — respondo con una sonrisa

— Nos vemos luego Aramis — dice y se acerca a darme un beso en la mejilla

— Hasta pronto Liesel — respondo embobado por el beso y me despido con la mano hasta que la veo subirse al taxi

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Uh la la señor francés, no sé ustedes, pero yo creo que Aramis tiene buenos gustos

Espero les guste
Atte: Ale Bautista

La chica de los librosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora