La vida nos trae sorpresas cuando menos esperamos.
Ahora con el sobre en manos, Mariana Toledo veía toda una vida pasando por su cabeza mientras César la miraba con una expresión que ella no sabría explicar, mejor sí, con acoso. Los ojos oliva estaban llenos de lágrimas, se sentó en el sofá de cuero marrón para llorar más sus dolores y penas, recordó la fatídica noche en que le dieron la noticia de que su bebé había muerto.
- De verdad no sé de qué me estás hablando. -Susurró casi sin voz. -Yo lo único que sé es que mi hija murió cuando nació y ahora me vienes a decir que el médico ese te dije que Elisa es mi... ¿Cómo puedes? -Lo miró. -¿Y con qué derecho haces una prueba de ADN sin consultarme?
- Necesitaba salir de dudas o me volvería loco. -Frotó la cara con las dos manos sentándose en el otro sillón al extremo de la sala. -Cuando el doctor me dijo eso mi mundo se vino abajo, pensé que siempre supieras, eres una investigadora, ¿no? -Preguntó con sarcasmo.
- Yo... -Sollozó. -Yo no se que decirte porqué te juro que nunca supe nada de eso, estoy confundida... Nunca vi el cuerpo del bebé.
- ¿Cómo que nunca viste el cuerpo? -Frunció el ceño y ella negó secando la cara. -Si tú la dejaste...
- ¡YO NO DEJÉ A NADIE! -Gritó con dolor mientras lágrimas bajaban por su piel. -Cuando nació yo estaba muy mal por el parto, fue complicado. -Dijo. -La verdad mi novio murió en una operación que se supone que debería acudir yo, lo mataron a tiros sin piedad. -Secó otra vez los ojos esperando nuevas lágrimas acordándose del fatídico día. -Yo ya estaba embarazada pero no llegué a contarle, haría en esta noche que lo mataron y me puse muy deprimida.
- Era policia. -Afirmó Cesar y ella otra vez asintió. -¿Y qué pasó después?
- Tuve un embarazo tranquilo pero como estaba bajo de ánimos... -Encogió el hombro. -Yo no quise saber el sexo, hasta el día en que nació y solo me dijeron que era una niña. -Sonrió de costado al recordar el llanto fuerte de la pequeña. -No me dejaron ver porqué iban a limpiarla y hacer todo el proceso primario ahí en ella, sólo me acuerdo de ver una enfermera con mi niña en brazos alejándose y ya no la vi otra vez... Ni su carita he conocido.
César tragó en seco, no era un hombre débil pero toda la situación lo estaba dejando. Tenía una mezcla de sensaciones en su corazón, ya no sabía que pensar o decir. Mariana se abrazó al proprio cuerpo, bajó la mirada aún con el sobre en manos, puso los dedos entre el pelo rubio cómo si pudiera sacar así de la cabeza todos los recuerdos amargos.
- Cúando desperté me dieron la notícia. -Continuó. -Había un compañero de trabajo, en esta época Chema vivía en New York, estaba sola y Alex me acompañó en todo.
- ¿Quién es Alex? -Preguntó extraño.
- Mi compañero de la comisaría. -Explicó. -Fue él quién me puso cómo tu secretaria, él que quiso traer el casino abajo destapando tus crímenes.
César se quedó callado, este nombre no lo parecía del todo extraño, ya lo había escuchado antes obviamente, pero cómo era común dejó que Mariana siguiera el relato.
- Sólo me dio la notícia y me doparon. -Sollozó. -Cuando desperté sólo me comunicó que ya habían enterrado la niña, que no podían esperar y me dio muchas explicaciones que en el momento no le regalé mucha importancia porqué sólo pensaba en el dolor que desgarraba mi corazón.
- Y eso hace seis años, ¿verdad?
- Sí...
- Entonces es cierto que Elisa es tu hija. -Las últimas palabras habló con temor. -¿Y no la abandonaste?
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La Inspectora
ChickLitElla necesita infiltrarse y utilizar todo su poder de seducción para descubrir lo qué hay de tan ilícito en Royal Paradise, el casino del milionário César Lazcano. Parecía algo sencillo para una mujer que ya había hecho cosas así otras veces pero no...