INEFABLE

CAPITULO 7

Después de clases voy con las chicas a casa, llegamos y comemos con los chicos.

Decidimos pasar un rato juntos viendo Netflix, luego me pondré con las tareas de clase, tengo a mi izquierda a Asher quien parece estar en su mundo y a mi derecha la pelirroja que está igual, mientras tanto la pareja se besuquea y Eider mira Brooke, la doy un pequeño codazo para que se gire en mi dirección.

—¿Qué te pasa? —la susurro.

—Nada —me mira y se encoge de hombros.

—Brooke —la miró con una ceja alzada.

—Vale, estoy confundida con lo de Eider —suspira.

—¿Por qué? —le pregunto.

—Nosotros siempre hemos sido amigos desde que nos conocemos, éramos los típicos que siempre se pelean por tonterías, pero... —la miro.

—Pero... —dejó la frase a medias para que la continúe ella.

—Pero es que me siento cómoda con él, llevo un par de meses sintiendo cosas por él y no se que hacer. Lo de ayer fue algo casual, simplemente nos chocamos y surgió, sabes solo fue un polvo no creo que para él signifique algo —me da una mirada cansada.

—Brooke, solo tienes que ver con Eider te mira, no creo que para él haya sido solo un polvo —dice Asher, y le miró, se acercó a nosotras para que no nos escuchen.

—Tengo hablar con él, pero lo haré luego ahora vamos a ver la peli —la miró una última vez y miró a Asher.

Nuestros rostros están a unos pocos centímetros y con esa cercanía hace que mi corazón se acelere.

—¿Eso que siento son nervios, intrusa? —me pregunta con una sonrisa, me quedo en silencio unos segundos.

—No, lo que pasa es que necesito espació personal, gracias —pongo mis manos en su pecho y siento como sus músculos se tensionan por el tacto, le empujó, y se ríe.

—Eres un idiota —le digo y miro la peli.

Siento su aliento en la oreja y hace que se me erize la piel.

—Sere un idiota, pero te pones nerviosa en cuanto estoy cerca tuyo —me entra un escalofrío, decido no contestar.

Cuando termina la peli nos ponemos en el sillón a hacer las cosas de la universidad, estoy tan concentrada en los deberes que no me enteró de que me están llamando, cojo el móvil, es un número desconocido.

—¿Si? —pregunto.

—Hola, llamamos de la comisaría de San Francisco, ¿eres Ivy? —me dicen y se me hace un nudo en la garganta.

—Ehh... Si soy yo, ¿pasa algo? —pregunto.

—Llamamos para informarle que se ha retirado la orden de alejamiento y la denuncia —me informa y abro los ojos.

—Perdón, eh... ¿Porque se ha retirado si se puede saber? —digo cabreada.

—Interrogamos a Cam, le hicimos unas cuantas preguntas y en teoría dice que es mentir. No podemos hacer nada más, a parte, no hay testigos que verifiquen que usted intentó ser abusada sexualmente por Cam —me explica, dejo el boli encima del cuaderno.

—Vamos a ver, me estás diciendo que habéis retirado la orden de alejamiento, y que a parte, no hay testigos, entonces, ¿estoy mintiendo o qué pasa? —digo, miro a Asher quien me mira atento al igual que el resto del grupo.

Miró a June y niego la cabeza, se levanta y se acerca a mi.

—Señorita, no podemos hacer nada —me dice.

—Entonces las marcas de mis muñecas son maquillaje, yo no inventaría algo como una violacion —digo en voz alta arrepintiéndome, siento a todo el grupo tensarse y los miro están todos serios y con preocupación.

—Vuelvo a repetir señorita, no podemos hacer nada —suspiro.

—Muy bien, cuando venga otra chica a denunciar a este chico porque la tocó sin su consentimiento, me llamaran y me darán la razón. Pero ya será demasiado tarde, porque a la que han jodido es a mi, pero no pasa nada, solo soy una chica que fingió ser casi la abusada, ¿no? —dejo que las lágrimas salgan.

—Lo siento, señorita —cierro los ojos.

—Tus los siento no sirven de nada y me da igual que seas de la ley, iros a la mierda —cuelgo y tiró el móvil al sillón, miró a June y me abraza.

—¿Qué te han dicho? —me pregunta June, la miró con los ojos llorosos.

—Han quitado la orden de alejamiento, Cam está libre, le interrogaron pero dijo que era mentira, y como no hay testigos se queda libre. No me creen, June —niego con la cabeza y me abraza.

Yo sigo llorando sin importarme que hayan escuchado los demás, el apartamento se queda en total silencio, me deshago del abrazo y miro a todos, me están mirando con preocupación.

—No me miréis así, por favor —pido.

—Ivy, hay que hacer algo —dice Axel.

—No van hacer nada —me quitó las lágrimas.

—Ivy, no podemos dejar que ese cabrón se salga con la suya —dice Eider y por primera vez le veo serio.

—¿¡Es que no me habéis escuchado!?, no me creen y si la policía no me cree, ¿quién me va a creer? —preguntó con la voz rota.

—Nosotros —responde Asher con una mirada gélida y la mandíbula apretada.

—Ivy, tiene que haber algún testigo —me dice Brooke.

—Esa amiga tuya, ella entró a la habitación —me dice June.

—Ella no va defenderme, cree que me iba acostar con su novio, me tilda de puta, lo que está claro es que la policía no va hacer nada —digo.

—Pero nosotros sí —dice Asher, me coje el rostro y la acuna en sus manos.

—Te juro Ivy que ese cabrón va a pagar. —me dice con voz dura, asiento dudosa.

—Ivy, te vamos ayudar acabar con ese hijo de puta, todos juntos lo haremos —asiento y recojo mis cosas para subirme arriba.

Necesito descansar la mente por un buen rato, llego al cuarto y me meto en la cama dejando que las lágrimas salgan en silencio.
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Besos de fresa 🍓