CAPITULO 4

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Me levantó sobre las ocho de la mañana y como todos están dormidos decido preparar algo como agradecimiento por dejarme vivir aquí.

Empiezo a coger los ingredientes para hacer unas tortitas, un huevo, harina, azúcar, levadura, esencia de vainilla, junto todos los ingredientes y hago la mezcla. Voy haciéndolas en la sartén y una vez listas saco leche y zumo, preparó la mesa en la barra americana, sacó los siropes, la nata, los platos y vasos, escucho pasos bajando y veo a los chicos bajar.

—Buenos días —les saludo alegre.

—Uuu la la, qué buena pinta —dice Eider.

—Vamos, anda —se sientan empezamos a desayunar, cinco minutos escuchamos paso y vemos Asher bajando las escaleras.

—Buenos días, gruñón —dice una sonriente June.

—Vete a la mierda —gruñe, se ve tan sexy con el pelo despeinado.

—Te has levantado de mal humor, eh —dice Axel y le palmea el hombro.

—¿Yo?, que va solo vi a una intrusa durmiendo en mi cama —me mira y se le devuelvo la mirada, siento como recorre su mirada por todo mi cuerpo y me remuevo incómoda.

Terminamos de desayunar y me voy al sofá con los demás, me pongo al lado de June y Asher se sienta al otro lado.

—Ivy, deberías ir a la farmacia a por una crema —me susurra y miro mis muñecas tienen un color morado bastante desagradable, la base de maquillaje no lo cubre todo.

—Lo sé —toco mis muñecas y gimo por lo bajo, me duelen bastante, cojo un libro y me pongo a leerlo, una media hora más tarde me levanto.

—¿Eh, chicos qué baño uso? —pregunto, joder que incómodo.

—Usa el mío, qué más da, ya has dormido en mi cama —me dice Asher sin mirarme, subo las escaleras y entro a la habitación, busco una toalla limpia y me meto en el baño para ducharme, cinco minutos más tarde salgo de la ducha con una toalla envuelta en mi cuarto, pego un brinco al ver a Asher en la habitación.

—Joder —digo, se gira en mi dirección y me mira de arriba abajo.

—¿Te he asustado intrusa? —me mira con una falsa cara de lástima.

Drittsekk —le insultó en noruego.

Traducción: gilipollas

—¿Qué? —pregunto confundido.

—Nada, tienes una habitación muy bonita —cojo de la mi maleta lo primero que veo y me vuelvo a meter en el baño, me visto con unos pantalones vaqueros negros ajustados y una sudadera marrón crema, bajo las escaleras.

—Me voy, en un rato vengo —digo cogiendo el bolso.

—¿Quieres que te acompañe? —pregunta June.

—No hace falta, estaré bien —la sonrió y salgo, pongo GPS de la farmacia más cercana.

Tardo veinticinco minutos, cuando llegó pido una crema para el dolor y para desinflamar las marcas, me cobra y vuelvo a casa a la hora de comer. Entro, saludo a todos y me voy arriba a echar la crema, se abre la puerta y veo a Asher, me mira y baja la mirada.

—¿Qué es eso? —pregunta, me giro para que no me vea.

—Nada, es una crema para hidratar las manos —guardar la crema, ya me la echaré luego.

—Girate —me pide, lo hago pero escondo mi manos.

—¿Uhm? —alzó una ceja, a la vez que muerdo mi labio inferior por los nervios.

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