INEFABLE

CAPITULO 11

Me levanto con un gruñido y me voy como puedo al baño, me encuentro fatal, me duele la cabeza, y tengo mucho frío. Cierro la puerta para no despertar a Asher y me siento en la tapa del váter, espero unos minutos y busco las pastillas, las encuentro y cojo el vaso que hay en el baño, me siento mareada y vuelvo a sentarme.

Escuchó el ruido de la puerta abrirse y levantó la cabeza.

—No te quería despertar, perdón —le digo.

—¿Te encuentras bien? —me pregunta acercándose a mi.

—No —gruñó y se acerca a mi altura, me examina y toca mi frente.

—Estás ardiendo —me dice con cara de preocupación.

—Tengo mucho frío —le digo.

—Vale, tomate la pastilla —le hago caso.

—Ahora voy a por el termómetro —me avisa y sale de la habitación.

Vuelve y me lo pone, suena el termómetro, coge el termómetro y lo mira.

—Tienes 40° de fiebre —avisa y abro los ojos.

—¿Tanto? —pregunto.

—Si, voy a llenar la bañera para que te baje la fiebre —me dice.

—Ni de coña me voy a meter a las tres de la mañana en una bañera de agua congelada —le digo negando.

—¿Prefieres ir de urgencias? —me pregunta, niego automáticamente, no me gustan los hospitales.

—No —digo.

—Voy llenando la bañera —asiento y me voy al armario, Asher me dio espacio para poner mi ropa, cojo un sujetador, ya que no tengo bikinis, me quito la camiseta de pijama y me pongo rápidamente el sujetador, como puedo me dirijo al baño tapándome como puedo mis atributos, entro y Asher me mira o mejor dicho mira un poco más abajo.

—La bañera ya está, métete —me dice, carraspea y asiento.

—Puedes girarte  —le digo.

—Eh si —se gira y yo me quito el pantalón de pijama mirando su espalda, quedó en ropa interior.

—Asher, puedes ayudarme, no tengo fuerzas. —se gira y me mira de arriba abajo, después del repaso me mira con los ojos más oscurecidos.

—Si, sujetate de mis hombros —me sujeto de sus hombros y como puedo me ayuda a sumergirme, tiemblo por el frío y la fiebre y me acurrucó con mi cuerpo.

—Tengo mucho frio, Asher —le susurro y gimo.

—Tranquila, solo serán unos minutos para que la fiebre baje, te voy a ir mojando la frente —se pone de rodillas y se acerca a mí con una toalla, la moja y la pone sobre mi frente.

Cierro los ojos, me pongo lo más cerca que puedo de Asher y dejo caer mi cabeza en su hombro, cansada, pone una mano en mi espalda erizandome la piel.

—Aguanta un poco, intrusa —me dice y hace caricias en mi espalda.

—Ya había olvidado ese apodo —le digo contra su pecho.

—Ven, levanta la cabeza —le hago caso.

—¿Puedo? —pregunta mirando mi cintura, asiento y pone sus manos en mi cintura y roza mi pequeña ropa interior.

Me levanta y me ayuda a salir de la bañera, me pone una toalla calentita alrededor del cuerpo, por el frío que tengo le abrazó, se tensa pero acaba abrazándome, sus brazos son reconfortantes, aspiró su aroma y me separo.

—Te dejo que te cambies —me dice y sale del baño, cierro y empiezo a cambiarme, me pongo el pijama de nuevo, salgo y veo a Asher cambiando la sábanas, termina de poner la colcha y me mira.