"Bien hecho, hijos de la chingada." Kara, la coronel, gritó con un acento ligeramente elegante mientras se dirigía hacia la multitud. "Tienen a los humanos cagándose del puto miedo. Espero que estén orgullosos de ustedes mismos, pedazos de mierda."
"Señora, esto es un insulto". Un oficial, Lena no podía distinguir su rango desde tan lejos, respondió con un acento más común. "Es-"
"¡Esto es un insulto, idiota!" Kara respondió, su ira apenas contenida mientras caminaba hacia ellos hasta que se interpuso entre la multitud. "Deshonran a nuestro anfitrión haciéndolo sentir amenazado en su propia casa".
Lena estaba a punto de mencionar el hecho de que no era la casa de su padre en sí, pero se dio cuenta de que sería mejor si esperaba hasta tener un contexto mejor para controlar esto. Saliendo de sus tacones, la heredera se acercó al grupo sin ser vista o escuchada mientras todos se concentraban en sus propios asuntos.
"Eso es una mierda y lo sabes -" La Capitán con la que Kara había hablado antes dijo con un acento que le daba a su voz un rasgo áspero. " Esta aquí por cuatro años. Ocho, si lo hace bien, entonces entra otro tipo y ocupa su lugar. "
"Estamos siendo alojados, esta es una casa y el anfitrión se siente lo suficientemente amenazado como para que su guardia haya venido a contenernos." Dijo la rubia, mirando a su alrededor con enojo a sus compañeros oficiales mientras los reprendía. "Fler debería hacernos azotar por esto, aquí y ahora. No tengo ninguna duda de que dará la orden tan pronto como tenga la oportunidad."
"No es como si los pobres bastardos pudieran hacernos algo con esos tiradores de guisantes". Dijo un segundo kryptoniano con un toque de acento relajado en su voz traducida. "Simplemente rebotarían en nuestra cota de malla".
"¿Cota de malla? " Murmuró Lena, sin estar segura de si había escuchado mal o si el traductor había mostrado el primero de muchos detalles por afinar.
"Importa poco..." dijo Kara, su acento aún bailando entre uno normal y uno elegante. "Nos hemos deshonrado a nosotros mismos. ¿Y para qué? ¿La galaxia arde? Discutan noticias reales, imbéciles."
"¿De qué quiere que hablemos, señora?" Un hombre enorme, un sargento, preguntó con lo que sonaba como un acento campesino casi imperceptible, frustrando aún más a Lena. Tenía un millón de preguntas de estos pocos segundos de conversación, de las cuales la primera y más importante en ese momento era '¿Cómo diablos se estaban eligiendo los acentos? '.
"Qué horrible es el sol aquí, para empezar." Kara murmuró mientras respondía. "O lo increíblemente deliciosos que son los aperitivos. ¿Los ha probado, sargento Dor?
"¿De verdad deseas que hablemos de banalidades?" El primer kryptoniano que Lena escuchó, que ahora podía ver que era un teniente, habló de nuevo con cierto tono de indignidad. "¿Banalidades con los humanos?"
"Todo esto es una banalidad masiva." La coronel respondió con frialdad, su mirada parecía ser la de una mujer en los últimos vestigios de su paciencia. "La diplomacia es o dos en una habitación reordenando las estrellas a su antojo o actos así, donde de la banalidad nace algo más grande que nosotros. Créanme, no como una El, sino como la hija de un diplomático. Y además, todos ustedes se ofrecieron como voluntarios para esto, a diferencia de mí."
"¿No se ofreció como voluntaria, coronel?"
"Nojojo, " se rió Kara de una manera humana y musical en lugar del sonido seco que había hecho antes mientras hablaba. "Llamé a este lugar un vertedero de basura en las entrevistas y le deseé lo mejor a Fler pero, a estas alturas, ya saben cómo puede ser ser yo". El leve insulto ni siquiera se registró en Lena, que estaba más intrigada con cada la palabra. "A mí, en lo personal, me gustaba estar encerrada en la nave."
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Solitude - Supercorp
Science FictionTras cinco años de guerra brutal entre Krypton y Thanagar, la casualidad pone a Krypton en contacto con la Tierra. Como parte de un esfuerzo diplomático, Kara Zor-El, Coronel del Ejercito Kryptoniano, visita la Tierra y conoce a Lena Luthor, la muje...