Tras cinco años de guerra brutal entre Krypton y Thanagar, la casualidad pone a Krypton en contacto con la Tierra. Como parte de un esfuerzo diplomático, Kara Zor-El, Coronel del Ejercito Kryptoniano, visita la Tierra y conoce a Lena Luthor, la muje...
En la Capital de un Imperio que por un breve instante reclamó como propia una cuarta parte de la superficie de la Tierra, hay un monumento.
Como muchos de los monumentos de este planeta, el monumento está consagrado a un gran momento. Como varios de los monumentos de este planeta, el monumento está dedicado a las personas que forjaron el momento. Como pocos monumentos en este planeta, este monumento está consagrado a la memoria de millones asesinados.
Es extraño para Kara, por decir lo menos. Están tan lejos de Krypton, en un planeta que hasta hace unos meses debatía si eran o no la única civilización de la Galaxia; en una unidad política que es antigua como muy pocas en el planeta, que dio a luz a muchas otras unidades políticas a través de la guerra, el comercio y la influencia de su progreso; en una ciudad famosa por sus monumentos e historia en toda la superficie del planeta.
Sin embargo, de todos los lugares en todo el planeta. De todos los monumentos en solo esta isla. De esta ciudad. Está aquí, como si perteneciera. Lo cual realmente hace. Pero es simplemente... tan inquietante.
Irguiéndose hasta lo más alto, el Cenotafio consagrado a la memoria de los soldados muertos de la Commonwealth británica que cayeron en las Guerras Mundiales lee con solemne reverencia el grito de batalla con el que Krypton recuerda a sus propios caídos.
LOS MUERTOS GLORIOSOS
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A Kara se le saltan las lágrimas después de un rato de leer y releer la inscripción mientras se realizan las formalidades. Ella no escucha una palabra de lo que dicen Fler o la Ama de Gran Bretaña. Apenas se da cuenta cuando comienzan la misma formalidad que realizaron en los Estados Unidos, diciendo la oración que había ofrecido en Arlington con la mente distraída.
En esta isla el sol no brilla tanto, especialmente hoy debido al clima natural, lo que permite que la Coronel piense aún más en la similitud. Es un sentimiento para el que Kara no tiene palabras, que impregna sus huesos con una sensación de lo que solo puede explicarse como asombro y pavor. Ella instintivamente sabe que Fler eligió este lugar para celebrar su primera ceremonia formal con el Reino Unido debido a esta inscripción, pero el hecho de que exista, como existe, todavía golpea a Kara con una sensación de asombro que muy pocos, si algo acaso, lo había hecho hasta ahora en su tiempo en este planeta.
Es Lara quien la saca de sus pensamientos, algún tiempo después, una vez que han roto filas y ella se ha salvado de la necesidad de un discurso propio. La Capitán la encuentra mirando la roca gris y su voz refleja el mismo sentimiento que siente el cuerpo, la mente y el alma de Kara al expresar la pregunta que ha estado rondando la mente de Kara desde que se enteró de la inscripción.
"¿Cuáles son las probabilidades?"
"Tienen que ser..." Kara se detuvo, todavía tratando de calcular la probabilidad. "No creo que haya una palabra para algo tan pequeño."
"Qué tan malvada soy por pensar que es más impresionante que un horror tan increíble pueda ser conmemorado tan bien con una roca tan simple y unas cuantas banderas." La Capitán se preguntó en voz alta y Kara estuvo de acuerdo de todo corazón. Más de un millón de muertos, bellamente conmemorados en una roca que parecía más cemento que otra cosa.
