Compras

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Kara estaba demasiado concentrada en sus pensamientos, controlando su ira como para notar cómo Lena estaba honestamente un poco avergonzada de cómo la Luthor había tratado de sacarle información a la Coronel, quien ya había demostrado ser bastante astuta. El elogio no solo se refería a su currículum, sino a sus interacciones previas a través de los mensajes láser que habían demostrado que la kryptoniana era un genio matemático sin par que había creado los primeros desafíos que Lena había enfrentado en el área desde su infancia y con claros conocimientos avanzados sobre su propia sociedad, si lo que la mujer de negocios había escuchado en la Casa Blanca era algo a considerar.

Lena había subestimado a Kara y las diferencias entre sus culturas. Había sido demasiado abierta en sus emociones, demasiado obvia en sus intenciones porque pensó que Kara no sería capaz de reconocer la mayoría de los gestos y emociones en su rostro o en su voz. Pensó mal, y tenía que agradecer al mesero por salvar su pellejo de lo incómodo que hubiera sido salir de ese lío.

Una Kara enfurecida, cuyos puños estaban tan cerrados mientras salía del restaurante que Lena realmente creía que la Coronel iba a romperse todos los huesos de las manos, era mejor que una Kara con todo el poder en la conversación y la clara capacidad de leer a Lena como Lena podía leer a cualquier persona con la que haya tratado desde que era una adolescente.

Se había vuelto arrogante y fácilmente podría haberlo pagado caro -todavía podría, si Kara jugaba bien sus cartas- y el desliz se quedó en su mente como una herida en su orgullo o una alarma que repetía ' ¿Qué chingados estabas pensando? ', haciéndola hiper-alerta en su camino al centro comercial.

Kara, por su parte, simplemente se sentó en la limusina en silencio, respirando ruidosamente y mirando hacia adelante con el rostro torcido en una mueca que le indicaba a Lena de una rabia que las palabras no podían describir y la mente humana no podía comprender en su profundidad. Sus puños estaban pálidos por lo fuerte que los estaba apretando y Lena no se atrevía a imaginar cuánto le dolería una vez que la rubia recordara que sus manos tenían otra forma diferente a la que poseían actualmente y extendiese sus dedos.

Cuando uno lleva el apellido Luthor tan visiblemente como lo ha hecho Lena durante toda su vida, hay ciertas cosas que simplemente suceden. Todo el mundo trata de ganar su favor de una forma u otra debido a sus propios deseos de dinero, poder, estatus o el simple avance de sus propias agendas. Números y apellidos caen en sus celulares como lluvia del cielo. En el pasado, su padre solía hacer que la gente escribiera y clasificara los números de contacto en un sistema tan bien pensado que los bibliotecarios lo encontraban envidiable. Sin embargo, Lena tiene tecnología y la tecnología que no tiene la fabrica ella misma o la compra.

Como todo lo demás.

Realmente no recuerda cómo llegó a ser capaz de hacer esto, simplemente sucedió. Pero desde que sucedió por primera vez, en lo que esencialmente era el sueño de cualquier adolescente hecho realidad después de graduarse del MIT, Lena se sintió poderosa. Era bastante extraño, si era honesta consigo misma: ella, que podía hacer tantas cosas con sus conexiones, dinero y habilidades, no se sentía particularmente poderosa al poner esas conexiones, dinero y habilidades a trabajar.

¿Pero hacer un par de llamadas telefónicas y tener un centro comercial completo, el mejor en la Capital, solo para ella y su invitada, todo su personal a su entera disposición y una flotilla de sus propios hombres en camino con el único propósito de cargarle las bolsas? Eso le daba a Lena una sensación de poder que era bastante adictiva.

La terapia de compras era algo verdadero. Lena se había burlado del concepto hasta que Lex murió y se encontró en una ola de gastos que batió récords y fue noticia después de que pasó de ropa a bienes raíces a ríos de alcohol y anuncios en Internet para una fiesta que terminó necesitando de la Guardia Nacional para disolver.

Solitude - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora