CAPITULO 15

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Pasan más o menos una semana sin mayor novedad. La vida del Médico Osvaldo parece aburrida. De su casa al trabajo y de su trabajo a su casa. Su casa es lugar bastante burgués. Un caserón amplio y bien protegido con malla de púas alrededor. Mónica pudo entablar alguna conversación con una empleada temporal que va a limpiar su casa. Una labor algo sencilla, según le parecó, ya que al ser una mujer medianamente jóven, no se le pudo resistir al encanto del tecladista de Marionette. 

Al aterdecer, Sofía y Mónica quedan de verse en el jardín principal. Al llegar buscan que nadie les haya seguido y tratan de mantener la distancia. Es algo extraño trabajar juntos en algo así. A ambos les produce una sensación extraña, entre agrado, desagrado e incomodidad. Un cúmulo de sensaciones que son opuestas. Pero es una actividad que tienen que realizar los dos juntos, ya que comparten el mismo secreto. 

-Es soltero- le dice Mónica a Sofía-, y vive solo. Parece que hace como dos años se divorció y su mujer y sus hijos se fueron a vivir al extranjero. La criada tiene las llaves, y entra cuando él no está para limpiar.

-Entonces en su casa-sugiere Sofía mirando su celular. Ella no pierde el timepo, y sigue buscando en las redes sociales toda clase de suceso extraños. Mónica la ve, trabajando con la mente a mil por hora. Le presta poca atención, o por lo menos eso piensa él. Sin duda que la cantante le parece un enigma de conductas poco usuales. 

-Si. Debemos preparar algunas cosas para poder entrar. Yo consigo las llaves.

-¿En serio? ¿Y cómo lo vas a hacer?

Mónica sonríe pícaramente. Se acerca a ella, tan cerca que la cantante se estremece al sentir su aliento en su cara.

-Recuerda que soy muy guapo- ella se pone colorada. Mónica se ríe. Esa parte tímida de ella le agrada.

-¡No te me acerques tanto¡- a Sofia le gusta la cercanía de un hombre tan controversialmente atractivo, pero ella sabe que para alguien como él, y dadas las circunstancias, ella es poco más que un personaje. Eso es ella, un personaje. Y el personaje que interpreta no se encuentra en este momento, "la muñeca rota" se queda en el closet hasta cada concierto. Ahora es Sofía, y a Sofía poco o nada le interesa perder el tiepo en niñadas de una mujer fácil. 

-Cálmate, niña virgen- ella se pone todavía mas roja. 

-¿Cómo sabes eso?- esa afirmación hace que su pulso se ecelere. como si el músico la desnudase. Ese aspecto es algo que ella no comentaria. El ser virgen en un grupo de rock es algo que no va con el estilo de la banda. Eso no debería saberlo él. Isaac es el único que lo sabía. 

-No lo sabía.

-Adiós- dice ella completamente enrojecida y alejándose del lugar. Se encuentra molesta y desnuda ante él. Por un momento siente que tal vez no sea la persona distante y obtusa que pensó que era. 

-No te enojes- le alcanza a gritar el tecladista, pero ella ya está muy lejos.

Cuando sale de ahí, ya pasados varios días de espiar al doctor y esperando que Mónica prepare las cosas, Sofía decide ir a visitar a Marco a la galería. En los vidrios de un edificio, revisa su atuendo. Luce bien. Se acomoda su vestido y el corsé. Sus botas largas hasta la mitad de las piernas lucen bien. Hoy trae el cabello suelto. Sin duda que ahora ha cambiado mucho. Todavia se recuerda en la academia de música vistiendo esas blusas de color rosa claro y esas faldas largas azul pastel que le había comprado su madre. A veces todavia se mira usando esas coletas bajas con moños de liston. Como intentaba cantar apenas con un hilo de voz. Cuando Marco le decía que tenía una vocecita muy débil y que no podría llegar a cantar bien...

LA RAZON DE REBIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora