-¡Joel! -Erick entró corriendo a la cocina con una revista pegada a su rostro, sin ver el camino.
Moviendome rápidamente, lo atrapé de la cintura, levantandolo, antes de que se diera contra una de las sillas que él mismo habia dejado fuera luego de almorzar. Sus ojos ni siquiera se despegaron un centimetro de lo que estaba viendo cuando lo alcé y senté sobre la mesa.
-¿Que sucede, cariño? -pregunté, al no recibir palabra de su parte.
Me miró y luego a la revista-. ¿Recuerdas el lagarto de tu medalla? -clavó su dedo en mi pecho, donde se encontraba la cadena, dando efecto a sus palabras.
-Si, lo recuerdo. -me froté el punto donde su dedo me golpeo.
-Al principio pensé que solo era alguna representación animal de un dios, o algo parecido -hizo un gesto vago con la mano-. Hay algunas personas a las que les gusta creer que los dioses encarnan en animales y que llevar el retrato de dicho animal los protegera. Así que hice un calco de tu medalla antes de pasarlo a un dibujo más grande para poder entender mejor las lineas y el animal en si -me dio una hoja con un garabato perfectamente dibujado del grabado de mi medallita pero en una escala mayor-. Y descubrí que no es un lagarto, si no que un dragón.
-Si, siempre pensé que podia ser uno. -acepté-. Aunque nunca pude hallar su origen.
-Estoy llegando a eso, espera -pidio-. Como los dragones son uno de los animales ficticios más usados en la cultura china, me volqué a buscar allí pero a medida que lo hacia me di cuenta de un pequeño grabado en la parte baja de la medalla.
-¿En serio? -saqué la medalla de mi camiseta y la miré, sin ver nada.
-Aquí, mira -apunto debajo de la figura de dragón y pude ver que habia algunas numeros mezclados con las líneas del dibujo-. Es tu fecha de nacimiento Joey.
-¿Eh? -estreché los ojos, mirando más de cerca y descubriendo de a poco cada numero-. ¿Como es eso posible? Mi madre no tenia el dinero suficiente como para mandar a hacer algo así para mi.
-No lo sé -se encogio de hombros, dandome una extraña mirada-. Pero volviendo al dibujo, cuando me di cuenta de la fecha comprendí que no se trataba de ningún dios chino. Además de que dudo mucho que tu mamá creyera en la cultura china, por lo que en vez de eso busque la imagen en internet y al fin descubrí que es.
-Hiciste toda una investigación, ¿eh? -reí-. Ya me preguntaba yo porque estabas tan tranquilo.
-Hey, yo exudo tranquilidad.
Sacudí la cabeza con una sonrisa, negandome a responder eso-. ¿Que descubriste?
-La imagen del dragón es utilizada por un bufete de abogados de Canada, a decir verdad ya habia visto este logo antes pero no me habia dado cuenta de que era el mismo hasta que pude recueperar el sello verdadero -volteo la revista, enseñandome el pequeño logo antes de volverla hacia él-. Le han agregado algunos detalles, supongo que no querian dejar el escudo familiar tan a la vista.
-¿Escudo familiar?
-Oh si, es una empresa familiar o empezó siendolo al menos -asintió.
-¿Q-que familia? -susurré-. ¿Cual es el nombre de la firma?
Erick abrió la boca para contestar, su ceño fruncido de manera triste, pero no fue su voz la que contestó.
-Velez&Asociados. -la voz de Francis logró que me diera vuelta de un salto, encontrando al rubio apoyado en el marco de la puerta de la cocina.
-¿Que?
-Ese es el nombre de la firma, Joel -dijo tranquilamente, su rostro una mascara seria que nunca antes habia visto en él-. Pertenece a mi familia.
Parpadee hacia él, intentando entender lo que acababa de decir. ¿Su familia? ¿Porque rayos mi madre tenia una medalla con el logo de la empresa familiar de Christopher? ¿Porque me lo habia dado a mi? No entendia nada.
Los brazos de Erick se enredaron en mi cintura, manteniendome en mi lugar mientras Chris daba un par de pasos más cerca pero sin llegar realmente a nosotros.
-Mi familia nunca fue una de las más prestigiosas de Canada, eran bastante humildes cuando mis abuelos eran jovenes -me miró-. Cuando mi abuelo Aaron creó el bufete, prometio a la familia que si la empresa tenia exito entregaria un regalo a cada uno de los nietos nacidos luego de la fundación de la misma, algo así como una afirmación de la riqueza que vendria con las generaciones futuras.
La mano de Chris se perdió dentro de su camiseta, volviendo a la superficie con una medalla identica a la mía en su mano.
-Oh mierda. -susurró Erick a mi lado.
-Regalo a su nietos una medalla con el escudo familiar grabado en ella. -dijo.
-P-pero... -tartamudee nervioso. Cerrando los ojos un momento, tomé un respiro profundo e intenté tranquilizarme-. Pero mi madre no tenia familia, su padres habian muerto y no tenia ningun familiar vivo. Servicios sociales se encargo de averiguar todo antes de ponerme en adopción.
-Adopción -musito pensativo, antes de pasarse una mano por el cabello alejandolo de su rostro-. Jesus, si me lo hubieses dicho antes.
Fruncí el ceño-. ¿Que sucede, Vélez? ¿Porque mi madre tenia esta medalla?
-Bien, supongo que me toca contarte la historia a mi -suspiró-. Mis padres se casaron por conveniencia, mi madre viene de una familia de buen estatus social y mi padre lo unico que queria era dinero. No es extraño para ella admitir que siempre supo que él la engañaba cada vez que salia de viaje por trabajo -apretó los labios juntos-. Al parecer en uno de esos viajes conocio a una mujer con la que compartió un romance bastante largo. Para cuando el resto de la familia supo lo que sucedia, eso ya habia acabado pero el hijo de perra habia dejado a la chica embarazada antes de abandonarla para volver con mi madre y jugar a la casita feliz.
»Cuando mi abuelo Aaron lo supo, corrió a mi padre de la empresa y vino a Miami en busca de esa mujer y de su nieto no nacido. El bebé ya habia nacido para cuando encontró a la chica. Intentó ofrecerle su ayuda economica pero ella se negó, al parecer era una mujer de la calle con demasiadas adicciones y problemas pero el bebé era un niño precioso y sano. Él abuelo aun conserva una fotografia suya -sonrió suavemente-. Cuando cumpli dieciocho años, mi madre me contó esta historia porque tenia la esperanza de que yo pudiese encontrar a ese niño y darle el lugar en nuestra familia que merece.
-Espera, espera un segundo -pedi, sintiendo mi corazón latir a mil por hora dentro de mi pecho-. ¿Me estas...? ¿Me estas diciendo que...?
-Eres mi medio hermano, Joel. -afirmó-. No uni los puntos antes porque jamás me dijiste que eras adoptado, cada vez que hacia alguna pregunta tu siempre decias que los De León eran tus padres. -me miró-. Pensé que habias conseguido la cadenita en otro lugar, no lo sé, tal vez la habias comprado. Por eso la tomé, queria devolverla a quien pertencia.
-Pero -sacudí la cabeza. El oxigeno no estaba llegando bien a mi sistema, podia escuchar el latido de mi corazón en mis oidos-. Pero es no puede ser.
-Joel, respira. -susurró Erick-. Calmate, grandulón.
-No, pude... -dije sin aliento-. No puede ser.
-Puede y lo es -aseguró Chris-. He pasado los ultimos diez años de mi vida buscandote, Joel, y no me habia dado cuenta de que estuviste frente a mi la mayor parte del tiempo.
Miré a Erick buscando guía, buscando algun signo de que fuera una broma pero no encontré nada. Mi mundo se hacia pequeño a mi alrededor. ¡Eso no podia estar sucediendo! Estas cosas solo sucedian en las novelas televisivas que mamá mira, no podia estar sucediendome. El aire se evaporo finalmente, escuché a Erick gritar mi nombre cuando el eje de mi mundo se movio y mi visión se oscureció antes de que golpeara el suelo.
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𝕭𝖗𝖆𝖛𝖊
Romansa𝖤𝗋𝗂𝖼𝗄 𝖾𝗌 𝗎𝗇 𝖼𝗁𝗂𝖼𝗈 𝖽𝖾 𝖽𝗂𝖾𝖼𝗂𝗈𝖼𝗁𝗈 𝖺𝗇̃𝗈𝗌 𝖾𝗅 𝖼𝗎𝖺𝗅 𝗍𝗂𝖾𝗇𝖾 𝗉𝗋𝗈𝖻𝗅𝖾𝗆𝖺𝗌 𝖽𝖾 𝖽𝗋𝗈𝗀𝖺𝖽𝗂𝖼𝖼𝗂𝗈́𝗇 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗈𝗅𝗏𝗂𝖽𝖺𝗋 𝗎𝗇 𝗆𝖺𝗅 𝗆𝗈𝗆𝖾𝗇𝗍𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗉𝖺𝗌𝗈́ 𝖼𝗎𝖺𝗇𝖽𝗈 𝖾𝗋𝖺 𝗆𝖺́𝗌 𝗃𝗈𝗏𝖾𝗇 �...