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Jimin salió de la habitación de Lisa cerrando la puerta con mucho cuidado.

—¡Ah! Jimin-ssi.— Jennie apareció detrás de él abrazando una almohada.

—Oh, JenJen, ¿qué pasa?

—Estaba pensando en dormir con Liz.

—Lisa-unnie está teniendo su postre en estos momentos.— Se quedó cubriendo la puerta.

—¿Postre?... ¡Ah! ¿Es la persona de la que siempre toma sangre?— Se apresuró a llegar a la puerta, Jimin se apartó al ser tomado por sorpresa con la repentina acción y Jennie logró abrirla. —Li-
Guardó silencio abruptamente ante lo que vio: Sobre el regazo de Lisa, una mujer inclinaba su cabeza para darle acceso a su cuello, de la que esta bebía sangre. ¿Qué era esa molestia que de repente apretó su pecho?

Lisa la vio y detuvo su mordida, secándose la sangre que escapaba de su boca. —Oh, eres tú. ¿No dije que llamaras antes de entrar?— La mujer bajó de su regazo y empezó a ordenar su vestimenta.

Jennie se sonrojó, pero ni eso quitó la molestia que sentía. —¿Qué...estás haciendo?— Otra vez estaba reprochando, pero ¿por qué?

Lisa se acercó a ella. —A los demonios les gusta la sangre, ya lo sabes.

—Si es así.. ¡Mi sangre debería estar bien para ti! ¡¿Quién es esta mujer?!— ¿Eran las rabietas de una niña o... —¡A mi no me dejas tocarte, pero a ella...— ...o eran celos? —Mmm.. ¡PERVERTIDA!

—¿Pervertida?— Qué molestia. Suspiró. — Por supuesto que no puedo beber tu sangre. Ahora, si no quieres nada más, vuelve a tu habitación.— Se dio la vuelta para volver al interior y Jennie aprovechó para mirar hacia adentro, la mujer que se encontraba allí volteó a verla y sus miradas chocaron. ¿Quién era esa persona? ¿Por qué podía tocar a Lisa? ¿Por qué... Por qué de repente estaba sintiéndose tan molesta con sólo mirarla?

—No...¡No quiero irme!— Trató de tomar la mano de Lisa antes de que se aleje, pero fue apartada de un manotazo.

—¡No me toques!— Espetó enojada Manoban. Jennie abrió los ojos con sorpresa, jamás la había tratado de esa manera. La pelinegra fue consciente de su reacción y una sensación de temor y arrepentimiento vino hacia ella cuando la cara de Jennie se tornó entre molesta, confundida y triste. Triste, cuánto odiaba verla triste, peor ahora, sintiéndose culpable de esa reacción.
Ahh, Jennie, soy un monstruo.
Jennie salió corriendo de allí y Lisa se llevó una mano a la cabeza. ¿Qué más podía hacer? Arriesgarse a tocarla, jamás.

Tú, que me sonríes "como una flor"... Si me tocas, efímera, frágil...¿No te marchitarías como una flor?
Perderte, es insoportablemente aterrador.

¡Jennie~ssi! ¡Hola! Hoy vine...— Esa mañana, Jisoo se encontró con la pequeña abrazando sus rodillas sobre el sillón en su segunda visita a la mansión y la notó algo decaída. Se acercó a ella y se sentó a su lado. —Hmm~¿qué sucede?— Jennie se alejó de ella hacia una punta, tal como se le había ordenado. Jisoo sonrió. —Eh, ¿qué significa esa distancia?

—Lisa~unnie dijo que no me acercara a ti.— Fue firme.

—Tus ojos están rojos. ¿No pudiste dormir?— La mirada de Jennie volvió a entristecer. —Dime, Jennie~ssi... ¿Quieres ir a la ciudad?


[...]


—¡Joven Manoban! ¡Jennie~ssi!— Las empleadas llamaron a la pequeña por toda la mansión, hasta que se toparon con Lisa. —¡Señora! ¡Buscamos por todos lados a Jennie-ssi, pero no aparece!

—Ahg, esa idiota, ¿a dónde se fue?— Sonó molesta, mas era obvia su preocupación. —Buscaré mejor, ustedes vean el-

—¡Lisa-unnie!— Una empleada que volvió de afuera la interrumpió. —Jisoo-unnie vino esta mañana, pero ahora su coche no está, quizás se fueron juntas...

Jimin apareció detrás de esta. —¡Lisa!— No le importaban los honoríficos cuando se trataba de algo serio, y esto lo era. Además, Jimin y Lisa se criaron prácticamente juntos. —Jisoo-unnie es una mensajera de los ancianos ¿y si ella va a...— Cortó su propia pregunta al ver la cara de martirio en Lisa.

"Devuelve rápidamente a la niña humana y regresa."
No puede ser.


[...]


—Je, ya veo, no has venido mucho a la ciudad.— Jisoo y Jennie se encontraban paseando dentro del carruaje de la primera. —Bien, sería un problema para Lisa~yah si los humanos descubrieran qué es, ¿Eh, Jennie~ssi?

—...seas...— Murmuró la joven, quién miraba por la ventana de la carroza.

—¿Hmm?

—Qué tengo náuseas...— Su cara mostraba el malestar.

—¡¿Eh?! ¿Estás bien? ¿Quieres vomitar?

—No estoy bien.— Dicho ésto, devolvió al mundo su desayuno, desparramándose, por suerte para Kim, del otro lado de la ventana.
.
.
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—Decidir salir sin decirle a Lisa, fue una gran decisión de tu parte. Debe estar muy preocupada.

—Ella no está preocupada. Probablemente esté durmiendo, odia la luz.— La pequeña observaba una vidriera que mostraba un enorme pastel.

—Ahh...

—Eh, Jisoo.— ¿Dónde quedó su educación? —Porque Lisa y yo somos demonia y humana ¿no podemos llevarnos bien?— Jisoo la miró con curiosidad. La mirada de la niña destilaba tristeza.—Vi a Lisa~unnie beber de la sangre de alguien ayer por primera vez ...daba un poco de miedo. Pero más que eso, estaba triste.— Cerró sus ojos y apoyó su cabeza contra la vidriera. — ¿Por qué no me deja tocarla? Quiero tocarla. A pesar de que ella no quiera, quiero tomar la mano de Liz.— Lágrimas comenzaron a caer.

—Pues, deberías decirle eso a la única implicada. Está justo aquí.— Jisoo tenía su mirada fija al frente ahora.

—¡Mentirosa!— Jennie no creería eso, ¿Lisa levantada tan temprano y caminando bajo el sol? Había escuchado chistes mejores. —Lisa~unnie no sale de día.

—Sí, pero...— Pasos extras se oyeron desde atrás de Jennie. —...parece que está justo aquí.

—No me hagas pasar por tantos problemas.— Jennie abrió los ojos al reconocer la voz. A través del reflejo de cristal, pudo ver la silueta de Lisa.

Se volteó lentamente, algo asustada. —¿Por qué...Lisa~unnie...?— ¿Por qué ella estaba ahí?

—¡KIM JISOO!— La nombrada saltó en su lugar al ver la mirada asesina de Lisa.

—¡¿Eh?! ¿Qué? ¿Yo?— Juntó sus manos en súplica. —No, lo siento pero...pero quería subirle el animo, así que... ¡Eh! Jennie~ssi!— De un momento a otro, la pequeña cayó desmayada hacia atrás, sobre Lisa. La mirada de esta cambió totalmente a una de susto al verse obligada a sostenerla.
¡Jennie!

¿En estas manos de demonia hay algo con lo que una flor no se marchite?
Por favor, por el bien de Jennie...por mi bien... Espero que sí.

¡Jennie! ¡Jennie!










...




Una flor para una demonia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora