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Jennie ya no estaba.

— Yoongi... Ese bastado...

—¿Entonces, Jennie-ssi está en el mundo de los demonios?

—¡Oye! —Lisa tiró de la cuerda que sujetaba a Félix, provocando que ésta apretara más y sacara un quejido de dolor por parte del Barón. —No me puedo librar de estas orejas a menos que vaya al mundo de los demonios, ¿no?

—S-Sí... —una sonrisa se asomó.

—No tengo más opción que ir...

[...]

—Wow—Jennie estaba impresionada. La vista que tenía del mundo de los demonios desde los cielos, era impresionante. Min la sostenía mientras volaba. A su vez, Jennie sostenía al pequeño gato—Este es el mundo donde Lili nació.

—Ahora que Lisa venga... —sonrió de lado— empezará la fiesta. —Yoongi estaba orgulloso de su ingenio.

—Ahora es de noche aquí, ¿verdad? —la oscuridad del cielo sólo era iluminada por unas pequeñas luces que parecían estrellas y luna. Jennie no pudo evitar curiosear.

—¿Eh? ¡Oh! Aquí ambos, noche y día, están rodeados de oscuridad, porque no existe el sol. O algo así.

—¡Oh! Ya veo, por eso la luz del sol es demasiado para ustedes.

—Ustedes, humanos, viviendo plácidamente en un lugar tan luminoso. Son extraños. —Entre las nubes oscuras, la punta de lo que parecía un castillo, apareció.— Ah, mira, ese es su castillo.

—¡¿La casa de Lili?! —la emoción se sintió en su voz.

...

—¿Eh? —Jennie no entendió porqué de un momento a otro, Yoongi la encerró en una celda.

—jajaja parece que Lisa viene hacia aquí. El señuelo cumplió su propósito —Jennie se aferró a los barrotes y aún lo miraba extrañada. —¿Puedo dejarte aquí como niña bueno hasta que la fiesta termine? —tomó al gato en brazos. — Lo tomaré prestado.

—¡Yoongi oppa, eres un mentiroso! Dijiste que estaba invitada a la fiesta de cumpleaños. —ahora pareció entender.

—¿Lo hice? Perdón, lo olvidé completamente. —dijo en tono burlón mientras se alejaba. Jennie puso cara de ofendida.

[...]

—¡Lisa-noona ha llegado! ¡Lisa-noona ha llegado! —los demonios sirvientes colocaban en el suelo una alfombra roja. —¡Asegúrense de no arruinar su buen humor! —Lisa aterrizó. Al ver su cara de pocos amigos y con unas orejas de gato, pensaron que ya estaría de mal humor. Jimin, Jisoo y Rosé caminaban tras de ella.

—Bienvenida, Lisa-noona —Yoongi la sorprendió en su camino por el pasillo. —Bienvenida a la fiesta. Aquí tengo una muestra de mi afecto por haber recorrido todo el camino, ¿no lo aceptarás? —Min lanzó unos brazaletes. Uno fue a dar a su muñeca, el otro, a la de Jisoo.

—¿Eh? ¿Yo también?

—¿Un brazalete que cella los poderes de demonio? Qué mal gusto...

—Los gatos mal portados deben ser atados. —bromeó con más confianza —Y la llave de los brazaletes está en este gato—sostuvo al Señor gato, mostrando como un collar en su cuello contenía la llave. Soltó al animal que se echó a correr. La sonrisa que traía en la cara, no la borrarian ni tres baños en ácido. —Anda~ debes cambiarte para la fiesta.

—Bastardo...—Manoban estaba furiosa, pero nada podía hacer hasta acegurarse. ¿De qué? Pues... —Jennie está a salvo, ¿cierto?

—Por supuesto, si es que haces lo que te digo. —estiró su mano hacia adelante, señalando el camino a Lisa. —Nos vemos luego~

Una flor para una demonia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora