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La vida de una demonia que vino a nuestro mundo...



Se distancia de ella, todo porque la considera valiosa.

¿Qué es esto? ¿Será...?


—Lili~ ¡Ah, tienes pelos de recién levantada!— Jennie tocó los cabellos de la pelinegra sin ser apartada. Era tan nueva la sensación para ella, que se sentía como una niña en dulceria. Se inclinó a sus pies. —Ataré los zapatos por ti~— Lisa se sentía abrumada por las repentinas atenciones de la niña que ya no distinguía sus espacios personales. —¡Oh! ¿Quieres más té?—Sirvió más a su taza. —¡Ah! Que no se me olvide, ¡aquí tienes, una flor!— Y se la colocó detrás de la oreja, al instante se marchitó.

— Suficiente, deja de tocarme.— Espetó con fastidio y empujó a la joven con el codo.

— ¡Pero...!

— Jendeukie realmente está atacando a Lisa.— Jisoo, quién se encontraba desayunando también, le habló a Jimin.

— Aún así, es la única que anima todo por aquí.

— Jennie~ssi— La pelimarrón se dirigió ahora a la joven. — Ya eres una dama refinada, no deberías tener el hábito de dormir en la cama de otra señora sin ninguna razón.— Medio explicó y medio regañó, debido a la confusión que ella misma creó en su cabeza al verla despertar junto a Lisa en esa situación.

—¿Ehh?— Se quejó la castaña. —¿No debería?— preguntó a Lisa.

— En realidad no me importa, sólo no me estés tocando.

— Pero quiero tocarte.— La abrazó por los hombros.

— NO.

—¡¡No, no, no, no!! Mejor dicho, no deberías ni haberte metido en su cama.— Volvió a hablar Kim. —¡¡Lisa-yah!! ¡¿Qué le has estado enseñando?!

— En cualquier caso, simplemente no me toques, Jennie.— Volvió a apartarla.

Muy problemática.
Jennie siempre ha sido extraña. Siempre solía seguirme, sonriendo con esa idiota sonrisa suya. En algún momento, comenzó a darme flores.

—¡Liz! Toma esta flor. — Cuando son tocadas por un demonio, las flores empiezan a marchitarse y mueren.

No lo entiendo, ¿por qué traerme flores si de todas formas van a marchitarse?
Aunque me lo preguntara, ella seguía viniendo a mí con flores, todos los días, junto a esa tonta sonrisa. No podía ganar contra eso...

—Eh, Jisoo, ¿Por qué Lisa no quiere que la toque?— Ambas se encontraban en el patio, observando las flores.

— Ah, probablemente porque no está acostumbrado al contacto físico, le hace sentir incómoda.

— ¡¿De verdad?!

— No te preocupes, en algún momento se acostumbrará. De hecho ¿por qué no celebramos una fiesta para acelerar el proceso?

— ¡¿Fiesta?! ¡Hagamosla! ¡Gracias Jisoo!— Jennie recogió algunas flores.

—Uff, me pregunto qué verá en esa mujer tan sombría y poco cariñosa.— Se habló a sí misma.

— ¡Liz!— La castaña llamó su atención desde la ventana de afuera. Lisa la miró desde el sillón en el que se encontraba recostada y le sonrió.— ¡Jen trabajará duro!

¿Trabajar duro en qué?

Estaba preocupada, de que ella, con su sonrisa de flor, se pudiera marchitar si me tocaba.
Estaba asustada de perderla.
Así que intenté con todas mis fuerzas distanciarme de ella.
Aún así...

"Lili, toma mi mano."
"Te quiero aunque seas un demonia.

Su dulce sonrisa alejó mi ansiedad....



Qué criatura más ridícula.
¿Una invitación para una fiesta de té?— Lisa observó la carta que Jennie le entregó.

—¡Sí! ¡Por ahora sólo es para nosotras tres!— por supuesto que Jisoo también estaba allí.

—Bien, realmente es una reunión informal para ustedes dos. Te dejaré, sólo para que fortalezcas tu relación con Jendeukie.

—Hora: 10 AM. Lugar: El jardín.— Lisa pegó un bufido.

¡Bam!
Manoban estampó su pie en la pared, cerca de la cabeza de Kim —Agg, ¿Qué tiene de divertido para una demonia tener que tomar el té en pleno día? — Reprochó con voz sepulcral.

—Ah, eh, fue idea de Jendeukie, no mía. ¿Por qué supones que tuve algo que ver en este asunto?.

Mientras tanto, Jennie entregaba su invitación a Jimin. —Oh, ¿una fiesta de té?

—¡Sí!

—NO.—Lisa descartó su presencia en la fiesta y se giró para salir de la sala.

—Eehh, espera, Lili.— Jennie trató de tomar su mano, pero Manoban fue más rápida y la apartó.

Se volteó hacia ella. —¿Cuántas veces tengo que decirte que no hagas las cosas sin pensar?— Posó su mano en la cabeza de Jennie, poniendo la carta de invitación de por medio. Jennie la sostuvo y la demonia se retiró.

Jisoo suspiró. —Qué tipa tan problemática ¿Por qué se angustia tanto?

—Hace un rato...hace un rato, Liz tomó mi mano por primera vez, pero...— Su voz comenzaba a quebrarse y cubrió su rostro con la carta. —... pero supongo que yo era la única que pensó que nos volveríamos más cercanas...

— Jennie~ssi...— Jisoo quiso consolarla y se acercó a ella, pero la menor apartó la carta de su cara y en su mirada, a pesar de las lágrimas, se vio decisión. Jisoo se sorprendió y retrocedió un poco.

—¡Jen no se rendirá! ¡El día de la fiesta, decoraré la casa con flores que no se marchitan! Entonces Lili, Jisoo y Jimin podrán tocarlas y todos podremos estar felices juntos!

—¿Flores que no se marchitan?

—¡Sí! Leí sobre ellas en un libro, puedes hacer flores de papel. ¡Flores que incluso pueda tocar un demonio!

Kim dio una dulce sonrisa. —Eso suena muy bien. ¡Necesitarás muchas! ¡Te ayudaré!

—¡Gracias!

[...]

— ¡Lo hice!—Jennie alzó su trabajo. —Wow, se ven iguales a las reales.— Se encontraba en su habitación, a la luz de las velas, creando la última flor. —Me pregunto si a Liz le gustarán.

Lisa se encontraba en su propio cuarto, leyendo un libro, o tratando de, ya que sus pensamientos no lo permitían.

Todavía no puedo hacerlo...
A pesar de que la recogí hace 14 años, realmente no me atrevo a tocarla.
Cuando lo haga, la imagen que evocaré, será la de una flor...marchitándose.


Todavía no puedo olvidarlo.









...




Una flor para una demonia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora